Tal vez porque ahora todo es cuestión de género, y el género es un género en sí mismo, tanto en el cine como en la literatura todos los subgéneros están en franca decadencia, ya nadie se los toma en serio. Una pena, porque a mí me gustaban mucho desde jovencito.
Mi cultura está hecha de pedazos de subgéneros, como una colcha de retales, con preferencia por el western, la ciencia ficción, el de aventuras, el policial o negro y el satírico. Llegué a ser un experto en subgéneros, y en subgéneros de subgéneros (pistoleros, forajidos, robots, piratas, romances medievales, detectives, viajes en el tiempo, espías, monstruos, etc.), y aunque huía de las novelas psicológicas y las pelis costumbristas, era una cultura muy confortable, sin tonterías. Para qué más. Con un relato de fantasmas o una peli del oeste era feliz, y sabía todo lo que hay que saber. Las de aventuras tampoco estaban mal, aunque degeneraron rápidamente convirtiéndose en subgénero de acción, con coches estallando y cosas por el estilo. Pero de esto hace mucho, porque entre que los subgéneros (y los géneros) parecen ser algo solo para jovencitos, y que su decadencia es indiscutible, mi confortable colcha de retazos ya está hecha unos zorros.
Westerns no hay, los fantasmas son tontos, en las de espías y policiales siempre hay un montón de tíos sentados escrutando pantallas, valiente hazaña, y en las de naves espaciales los intrépidos cosmonautas se pasan el tiempo hablando por teléfono con sus familiares o novias terrícolas, o diciendo chorradas. «Activa los estabilizadores. Reduce la amplificación. Pasa a manual. Deriva el dispositivo». O el famoso «detecto interferencias», equivalente a cuando de pronto una flecha sioux se clavaba en un árbol a un palmo de la cara del héroe. Equivalente muy venido a menos, desde luego. Los subgéneros ya no son lo que eran (tampoco los géneros, por supuesto, basta ver a qué llaman comedia), y seguro que yo no soy el que fui. Menos mal. Bueno, esto último me da igual, pero subsiste la pregunta cultural de a qué me aficiono ahora. A Internet no, y al género sociológico menos. No tengo un problema cultural, me sobra cultura. Es un problema de entretenimientos. Algo serio.