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El efecto Dunning-Kruger, curioso caso

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Últimamente he notado que muchas personas desacreditan información o fotos solo basándose en suposiciones, sin disponer de pruebas reales. Cuando se les pide una explicación del porqué, no tienen respuesta. Esto me hizo recordar la historia que me contó un amigo sobre un fenómeno psicológico tan sorprendente como curioso: el efecto Dunning-Kruger.

Todo comenzó con una historia que parece de comedia. En 1995, McArthur Wheeler, un hombre corpulento de 1,70 metros y 130 kilos, robó dos bancos… ¡a plena luz del día y sin máscara! La policía lo capturó una hora después, gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad que salieron en las noticias. Lo más increíble fue su reacción al ser arrestado: «¡Pero usé el zumo!».

Wheeler estaba convencido de que untarse la cara con zumo de limón lo volvería invisible para las cámaras, igual que la tinta invisible en los mensajes secretos. Incluso probó a sacarse una foto en casa tras aplicarse limón… pero la foto probablemente apuntaba al techo, porque él creyó que había funcionado.

Esta historia llamó tanto la atención del psicólogo David Dunning, que decidió investigarla a fondo junto con su alumno Justin Kruger. Se preguntaron: ¿Podría ser que las personas más incompetentes no se den cuenta de su propia falta de habilidad?

Para comprobarlo, hicieron varios experimentos con estudiantes de psicología. Evaluaron áreas como el humor, la gramática y el razonamiento lógico. Primero, les pidieron que evaluaran su propio nivel. Después, hicieron pruebas reales para medir sus conocimientos.

Y… ¡oh sorpresa! Las personas menos competentes eran las que más sobrevaloraban sus habilidades. Y al revés: quienes eran realmente buenos en algo, tendían a pensar que no lo eran tanto.

En 1999 publicaron sus hallazgos en un artículo llamado «Incompetentes e inconscientes de ello». Sus conclusiones fueron:

- Las personas con menos habilidades no reconocen lo poco que saben.

- Tampoco identifican fácilmente a quienes sí saben.

- Sobreestiman sus propias capacidades.

- Pero si se les enseña, y mejoran, pueden llegar a reconocer sus errores anteriores.

¿Y esto por qué ocurre? Dunning y Kruger explican que para hacer algo bien, necesitas ciertas habilidades… y esas mismas habilidades son las que te permiten juzgar si lo estás haciendo bien. Si no las tienes, ni siquiera sabes qué estás haciendo mal.

Por ejemplo, si no sabes ortografía, probablemente no notes tus errores, porque no tienes la capacidad para detectarlos. Solo te darás cuenta si alguien te lo advierte, pero eso no significa que sepas cómo corregirlos.

Por otro lado, quienes sí dominan un tema suelen pensar que no es gran cosa, porque creen que todos saben lo mismo. A eso se le llama el efecto del falso consenso.

Este descubrimiento fue tan peculiar y revelador que, en el año 2000, Dunning y Kruger ganaron el Premio ig Nobel, un reconocimiento humorístico a investigaciones que «primero hacen reír, y luego pensar».

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