El Parlament balear regresará el próximo martes al, también martes, 18 de junio de 2024 y el pleno revivirá –posiblemente con algunas diferencias formales, pero no de fondo– algo que ya ocurrió aquel día: el debate de toma en consideración de la derogación de la ley memoria y reconocimiento democráticos de abril de 2018. Así lo acordó el último miércoles la Mesa de la Cámara y su presidente, Gabriel Le Senne, incluyó en el orden del día del 20 de octubre la propuesta presentada por Vox y que tendrá el apoyo del PP.
Fue en aquel pleno del 18 de junio de 2024 cuando Le Senne perdió los papeles, cerró de un manotazo el ordenador que la vicepresidenta segunda de la Cámara y diputada del PSIB, Mercedes Garrido, tenía sobre la Mesa y arrancó y rasgó un papel que reproducía la imagen de Aurora Picornell y otras Roges del Molinar asesinadas en 1937 y cuyos cuerpos no se localizaron hasta el 20 de octubre de 2022 en el cementerio de Son Coletes (Manacor).
Ilustración: Zaca
Todo este viaje temporal de regreso al pasado –y que no es el único que ha definido estos días la política balear– llega cuando ya está cerca el inicio del horario de invierno. En una semana habrá que retrasar una hora los relojes. Como en aquella película, «Regreso al futuro», un imaginario DeLorean impulsado por Doc Le Senne y McFly Sagreras (o por una McFly Prohens en un posible remake viajarán al pasado, estos días devuelven al pasado por muchas razones. Y no al más inmediato, aunque también. La presidenta balear, Marga Prohens, ha vuelto a pedir en Bruselas un régimen especial que contemple la insularidad. Desde Gabriel Cañellas, no ha habido presidente o presidenta balear que no hayan viajado a Bruselas con esa reclamación ni que hayan regresado con el convencimiento de que no han vuelto con las manos vacías.
Han vuelto, no hace nada, los portaaviones de los Estados Unidos y lo que se vio en la última manifestación de Palma a favor de Gaza –la que se celebró el miércoles– tuvo un aire a aquellas jornadas del 15-M y que, a la larga, derivarían en la irrupción de Podemos. Lo que sí ha cambiado es que si fue la izquierda alternativa quien recogió el fruto de aquella indignación todo apunta –también las encuestas del CIS– a que será ahora la extrema derecha la que intente ocupar el espacio del PP. Y en esa clave hay que entender otra vez que se vuelva a revivir el debate sobre los Presupuestos. Vox pide más y el PP tiene que ceder. O que el PSIB y el Govern puedan llegar a algún tipo de acuerdos sobre el turismo y la ecotasa. Otra cosa es que no se frustre antes de empezar. Habrá que esperar al martes. Al caso Koldo, que ahora ya es caso Cerdán o caso Ábalos, no hace falta regresar pues nunca quedó atrás. Es como si el tiempo se hubiera detenido y eternizado.