Las llaman películas de acción, pero se trata siempre de persecuciones. A caballo, en motocicleta, en coche, con lanchas motoras o avionetas, en tren, en patinete, incluso a pie. Como sea, pero con perseguidores y perseguidos, vehículos estallando y grandes destrozos por todas partes, porque en términos narrativos, y por tanto también cinematográficos, acción es sinónimo de persecución. Y como lo único que cuenta es la narración, que es la que da sentido a cualquier cosa por disparatada o grotesca que sea, casi se puede concluir que no hay acción sin persecución. Ni siquiera cuando ves a un tipo dormitando, con el sombrero sobre los ojos. O está persiguiendo a alguien y espera a que asome por el desfiladero, o le persiguen y se lo toma con calma. Los hombres (y mujeres) de acción, lo son siempre de persecución. Lo uno trae lo otro, o persigues o eres perseguido, y esta simpleza la conocen hasta los cineastas. Hasta los filósofos, que no saben muy bien qué persiguen pero sí quién les persigue. Otros filósofos. Pero claro, si sustituimos la palabra acción, clave esencial de la vida y que diferencia a los vivos de los muertos, por la palabra persecución, el mundo se ilumina de pronto y todo se comprende mucho mejor. La política, la ciencia, el arte, la historia, al amor, el odio. Todo.
Hay galaxias persiguiendo a otras galaxias, y agujeros negros que persiguen al propio espacio-tiempo para engullirlo. Y qué me dicen de la gravedad, un misterio realmente persecutorio. Normal que tanta gente sufra manía persecutoria, sobre todo si encima la persiguen. ¿Qué persigue el señor presidente de Estados Unidos? El Nobel. Fama y dinero. ¿Y a quién persigue? A todo el mundo, por supuesto. Todo perseguidor se sabe a la vez perseguido, como el Estado de Israel, pero solo los de mucho talento saben qué persiguen. La mayoría no tienen ni puta idea, lo que hace la persecución interminable. La derecha política y periodística española sí lo tiene claro. Persigue a Sánchez. ¿Y Sánchez? Gobernar sin que le pillen. Yo no recuerdo haber perseguido nunca nada, así que hablo de oídas, y por la pelis. De acción, donde el argumento es una persecución. Y todo estalla y se va a la mierda.