Que todavía se pueden encontrar en algún puesto de venta ambulante los souvenirs de «España» habituales hace años como representativos de un destino turístico. Los vestidos de flamenca o el toro de terciopelo casi han pasado a la historia y hoy tanto los vendedores como los turistas prefieren llevarse un recuerdo más propio de Menorca, una postal de unos de sus paisajes, un queso o incluso una representación de una Taula.
Que el Colegio de Ingenieros de Montes de Balears y colectivos animalistas soliciten al Govern acciones para frenar la proliferación de las cabras. Unas medidas que afectarán a la colonia caprina de s'Algar. Que los partidos de izquierda rebajasen ayer el tono de anteriores comparecencia en el Parlament y solo formulasen preguntas «fáciles» al director general de IB3, Andreu Manresa, tras manifestar su malestar. Que los vendedores de pescado y marisco del Mercat des Peix de Maó ocupen ya su ubicación habitual, por lo que el uso de la carpa provisional se haya limitado finalmente a un periodo de quince días.