Iker Casillas no es sólo un campeón del mundo y uno de los mejores porteros del fútbol internacional. A partir de ahora, el guardameta blanco es además el nuevo embajador de buena voluntad del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas, en su opinión, una gran responsabilidad que se siente preparado para cumplir.
Así lo anunciaba el lunes durante una rueda de prensa en la sede de Ginebra de la organización internacional. «Agradezco la confianza que han depositado en mí y espero y quiero responder de la mejor forma posible», recoge la revista Hola.
«Mis valores y mi educación vienen de cuando era muy pequeño y agradezco eso a mis padres. La vida me ha dado tantas cosas buenas que hay que poder corresponder de alguna manera a la sociedad», comenta Casillas.
Con la naturalidad y sencillez de la que siempre hace gala, el guardameta aprovechó, una vez más, para mostrar públicamente su agradecido al Real Madrid, un club que le ha dado la oportunidad de ser conocido, un equipo que él siente como su «segunda casa».
Con estas palabras se comprometía Iker Casillas y con él la selección española de fútbol a luchar contra la pobreza en el mundo desde su recién asignado puesto dentro del programa de las Naciones Unidas.