La actriz Scarlett Johansson tiene un cuerpo contorneado contra el que debe luchar para seguir dentro de los cánones de belleza de Hollywood. O al menos así era, ya que Scarlett ha decidido plantarse contra la sociedad y decir «basta» a la disciplina estética.
Y es que la actriz ha declarado que «odia» la disciplina que necesita para mantenerse delgada y que la digan lo que tiene que hacer o puede o no comer. A sus 27 años, Scarlett trabaja demasiado duro para tener un físico acorde a las reglas estéticas actuales.
«Hago mucho ejercicio y como bien. Además, me gusta disfrutar de vez en cuando. Si me quiero beber la mitad de una botella de vino, no me siento a pensar en las calorías», admite.
Obligada a estar en forma por el trabajo
Aunque la actriz admite que no se martiriza, su trabajo la obliga a mantenerse en forma: «Cuando estoy trabajando tengo que levantarme a las 4 de la mañana para entrenar tres horas todos los días. No puedo beber porque tengo que seguir una disciplina que apesta».
Así como la aversión que la actriz siente hacia su régimen de intenso ejercicio físico, Scarlett no es fan de tener que teñir su pelo a causa de su trabajo: «Ya he terminado con el pelo rojo. Necesita mucho mantenimiento y no quiero tener que estar en la peluquería cada dos por tres, odio el olor».
Parece que Scarlett no comparte aquello de que para ser bello hay que sufrir. La actriz prefiere la naturalidad o al menos la comodidad que lo natural incluye.