La princesa alemana Corinna Sayn-Wittgenstein asegura que el Rey don Juan Carlos y ella son «buenos amigos» y define al monarca como «un anciano caballero que lucha por su salud» y que, por este motivo, «necesita toda la ayuda que pueda conseguir».
Así lo afirma la aristócrata en una entrevista concedida el pasado junio a la revista Vanity Fair y publicada en el número de octubre de la edición estadounidense dentro de un amplio reportaje dedicado a Don Juan Carlos.
Al inicio de la entrevista, la princesa dice estar «bien», aunque «intentando salir de la tormenta», tras lo cual asegura que la última vez que estuvo en España fue en diciembre pasado y que no tiene pensado volver porque «no sería muy apropiado o muy inteligente».
A la pregunta de si mantiene contacto con el Rey, Corinna dice que sí y que son «buenos amigos». «Algunas personas no entienden que hay cosas que ocurren y luego acaban en un momento dado. Pero la amistad no acaba. El ahora es un anciano caballero que lucha por su salud y creo que necesita toda la ayuda que pueda conseguir», explica.
Para la aristócrata alemana, «la gente está esperando que algo grande suceda, de una manera u otra». «Pero nada va a suceder, sólo que él no puede ir de caza y yo no voy a ir a España. Nos mantenemos en contacto. El llama a mis hijos una vez por semana para ver cómo les va. Se comporta como usted y yo nos comportaríamos con un amigo», añade.
En lo que se refiere a sus gestiones en asuntos oficiales, la princesa Corinna aclara que «nunca» hizo «negocios para el Rey» ni recaudó «dinero en su nombre». Es más, indica que «siempre que hay grandes ofertas para empresas españolas procedentes de Oriente Próximo, Europa del Este o América Latina, la persona a la que los políticos y los empresarios piden ayuda es al Rey, que hace las llamadas». Así pues, asegura que ella no tuvo «nada que ver» en la adjudicación para la construcción y explotación del AVE entre La Meca y Medina.
Por último, la revista quiere saber si la princesa alemana coincidió en alguna ocasión con la Reina doña Sofía, a lo que simplemente responde que se encontró «una vez» con ella «por accidente».