El príncipe Enrique y su prometida, Meghan Markle, revelaron este lunes más detalles sobre su boda, prevista para el 19 de mayo, como que les casará el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y que el evento comenzará a mediodía.
Según difundió el palacio de Kensington -residencia oficial del nieto de Isabel II-, el enlace empezará a las 12.00 GMT, con lo que es improbable que coincida, como se temió en un principio, con la celebración de la final de la Copa de Inglaterra, que empezará a las 17.30 horas.
Un portavoz del príncipe Enrique, de 33 años, y de la actriz estadounidense, de 36, indicó hoy que los novios están «enormemente agradecidos por todos los buenos deseos que han recibido desde que anunciaran su compromiso», el pasado 27 de noviembre tras poco más de un año de relación.«Tienen muchas ganas de que llegue el día y poder compartir su celebración con los ciudadanos», dijo la fuente oficial.
Entre la nueva información divulgada por el palacio figura también que el reverendo David Conner, el deán de Windsor, presidirá el servicio religioso en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, propiedad de la monarca británica.
Recorrido en carruaje
Tras la ceremonia los recién casados realizarán en carruaje un recorrido que incluirá destacados lugares de esa localidad como Castle Hill, High Street, Sheet Street, Kings Road, Albert Road, Long Walk para llegar, finalmente, al castillo de Windsor. «Confían en que esa breve ruta proporcionará una oportunidad a más personas para reunirse en Windsor y disfrutar del ambiente de ese día especial», agregó el portavoz.
También tras el servicio religioso, se llevará a cabo una recepción en San Jorge, donde Enrique y Meghan se reunirán con sus invitados. Durante la tarde, el príncipe de Gales, el padre del novio, ofrecerá otra recepción privada para la pareja y los familiares y amigos más allegados.
La pareja ha roto con la tradición al escoger un sábado para celebrar el enlace, pues normalmente las bodas reales se ofician en días entre semana. Aunque la familia real británica pagará los costes de la boda, entre ellos los del servicio religioso, la música, la decoración floral y la recepción, los gastos de seguridad correrán a cargo del contribuyente.