La actriz y cantante de 72 años Olivia Newton-John, ha sido diagnosticada de cáncer de mama en tres ocasiones en los últimos 28 años. Aún así, ella confiesa «estar agradecida por cada momento vivido».
La primera vez que la actriz fue diagnosticada de esta enfermedad fue en 1992, poco después de la muerte de su padre. Después, en 2013, tras la muerte de su hermana mayor y al verse involucrada en un accidente de tráfico, volvieron a encontrarle un tumor en el pecho.
La tercera vez fue en 2017. En esta ocasión, la enfermedad se complicó más que en las ocasiones anteriores. El cáncer de pecho estaba ya en fase 4, con metástasis en los huesos. Tras esto, en 2018, se vio volviendo a aprender a caminar después de que, con la propagación del cáncer, se fracturase la base de la columna. «Estaba tan débil. Tenía un andador, un bastón y muletas, pero ahora estoy caminando», confiesa la actriz.
Pese a todos los varapalos que le ha dado la vida, la actriz que encarnó a Sandy Olsson en Grease, ha aprendido a ver el lado bueno de las cosas y a convivir con la enfermedad. «Ha sido parte de mi vida durante mucho tiempo, ya sentía que algo no iba bien», ha confesado en The Guardian. "Siempre me preocupa cuando vuelve, pero pensé que lo superaría una vez más», añade.
Olivia ha explicado, además: «No sé quién sería ahora mismo sin el cáncer. Veo mi vida como un viaje y la enfermedad me dio un propósito, una forma de hacer las cosas y me enseñó mucho acerca de la compasión».
La actriz ha aclarado que no quiere «que se vea como una sentencia de muerte», pues, para ella, «ha sido un regalo». Aunque ha querido dejar claro que no se lo desea «a nadie».
Para mantenerse optimista, Olivia asegura que, con frecuencia, se canta a sí misma: «Estoy sana, soy fuerte». «Creo que es muy importante tenerlo siempre en mente, ya sabes, si uno está pasando por un momento difícil la música siempre es un buen remedio», ha señalado.
«He tenido suerte tres veces, ¿verdad? Tengo que verlo de esa forma», confiesa. «Cada día que vivimos es una bendición, nunca sabes cuándo se va a acabar el tiempo que tenemos. Todos tenemos una cantidad finita de tiempo en este mundo y lo que tenemos que hacer es estar agradecidos por ello», ha añadido.
Sin embargo, no todo se basa en el positivismo, Olivia ha confesado que la marihuana terapéutica ha tenido mucho que ver en su proceso de recuperación: «Al principio estaba nerviosa, pero pude ver los beneficios en cuanto empecé a tomarla. Ayuda con la ansiedad, ayuda a dormir y, sobre todo, ayuda con el dolo».
Olivia y su marido, John Easterling, fundaron, incluso, su propia empresa en la que venden marihuana medicinal: Amazon Herb Company. El cannabis lo obtiene de la plantación que tiene en la parte trasera de su rancho. Su hija Chloe también cuenta con otra granja de marihuana, aunque ubicada en Oregón.