Arantxa Sánchez Vicario fue la protagonista de Palo y Astilla, el programa que presenta Mamen Mendizábal todos los martes en laSexta, donde revivió sus problemas familiares y habló sin tapujos, como nunca antes lo había hecho, de su divorcio de Josep Santacana.
Tras su boda con Santacana, en 2008, la relación familiar de la exdeportista con su familia se rompió totalmente y han estado diez años sin hablarse. Sin embargo, hace ya años que hicieron las paces y el programa grabó la realidad del día a día de Arantxa con su madre. «Yo siempre estaré bien agradecida por todo lo que han hecho y por lo que me han dado, pero bueno el amor incondicional que he tenido hacia ellos hubiera estado bien decírselo más», dijo la extenista.
Emocionada, aseguró que no pudo despedirse de su padre, pero que ahora vive volcada con su progenitora. «Siempre he estado más con mi madre, pero cuando mi padre venía [a verla jugar] era bueno poder compartir todo con él. Los dos estaban conmigo, eran diferentes de carácter pero me daban sabios consejos y me entendían bien».
Sobre su ex, indicó que la relación nunca estuvo compensada, ya que ella siempre dio más. «Yo estaba enamoradísima, lo di todo por amor y no fui recompensada. Lo bueno es que tengo a unos hijos maravillosos y doy la vida por ellos», se sinceró.
Después de años de casados, Arantxa y Santacana pusieron fin a su relación hace ya casi tres años y comenzaron una batalla legal que todavía no ha acabado. «Di mucho más de lo que recibí», volvió a reiterar la extenista.