Belén Esteban ha ingresado este jueves en el hospital para ser operada de su fractura en la tibia y el peroné. La colaboradora ha llegado en ambulancia al centro acompañada por su marido, Miguel, y lo ha hecho completamente tapada por una manta para que los periodistas gráficos no pudieran captar estos complicados momentos. En las imágenes que han trascendido se puede ver a la de Paracuellos cubriendo su cuerpo y su rostro con una manta gris. La colaboradora pasará por quirófano en las próximas horas y, una vez que sea intervenida, tendrá que guardar reposo entre seis y ocho semanas para poder recuperarse del todo.
Belén está muy afectada por todo lo ocurrido ya que, tal y como indicaron este martes sus compañeros de Sálvame, incluso ha dejado de contestar a las llamadas y los mensajes. Esta fractura llega en un momento en el que la empresaria tenía una gran cantidad de compromisos profesionales que, finalmente, ha tenido que cancelar. Eso sí, a través de sus redes sociales quiso mandar un mensaje a sus seguidores para agradecer todo el cariño que ha recibido estos días. «Muchas gracias a todo el mundo por los wasaps y llamadas de teléfono, lo agradezco de corazón. Perdonad que no conteste y coja el teléfono, no estoy con mucho ánimo. Pero sólo quiero deciros que gracias por vuestro cariño», indicó en un texto que compartió a través de sus historias de Instagram.
El lunes en Sálvame Belén se enfrentó a Lydia Lozano en una prueba al puro estilo Supervivientes en la que ambas tenían que sostenerse en una barra. La empresaria no estaba muy convencida de realizar este reto, ya que llevaba un vestido corto y le preocupaba que se le subiese. Fruto de los nervios, y tan solo cuatro segundos después de haber comenzado la prueba, se cayó al suelo. Aunque sus compañeros intentaron tranquilizarla, la de Paracuellos tuvo claro desde el primer momento que algo grave había ocurrido.