Tras pasar unos días en Marbella, el protagonista de la telenovela de Netflix 'Café con aroma de mujer', William Levy, ha pasado sus últimas horas en la comisaría del aeropuerto de Málaga. Levy no se ha visto envuelto en ningún lío, no ha protagonizado ningún altercado, ni ha sido detenido por la policía, sino que su paso por el cuartelillo ha sido voluntario; ante la previsión de una marabunta de fans esperándole en el aeropuerto, las fuerzas de seguridad han considerado oportuno escoltar al actor para evitar el probable acoso y posterior descontrol.
Así lo contaron en el programa de Telecinco 'Ya es mediodía', donde el paparazzi Jordi Martí, que seguía los pasos del intérprete narró lo sucedido: «Mi sorpresa es que no fue a coger el vuelo privado, que se dirigió a la comisaría, descargó las maletas y estuvo alrededor de tres horas. Me dijeron que la policía le protegía para que los fans no le acosaran en el aeropuerto», afirmó el fotógrafo. Esta información fue confirmada por el reportero Miquel Valls: «Dicen que hay alguien persiguiéndole y que lo que hacen es protegerle, él se espera estas tres horas antes de coger el vuelo y marcharse».
Visto el éxito de la telenovela que protagoniza y las pasiones que levanta allí donde pasa, no es de extrañar que Levy se tope con esta clase de situaciones. En su paso por Marbella, el afamado actor participó como invitado especial en la gala benéfica Starlite, organizada por la empresaria Sandra García-Sanjuán, que contó con grandes celebridades como Richard Gere, Antonio Banderas, Chuco Valdés o Andrea Bocelli. Uno de los momentos más llamativos de la noche fue cuando se subastaron tres besos de Levy, que fueron adjudicados por 6.000, 10.000 y 12.000 euros. Vista la cotización del actor, es natural que se preocupe por su integridad física.