Eurovisión, durante muchos años sinónimo de extravagancia, ha apostado en esta edición por la sencillez en el vestuario y en los diseños de la gran final que se celebra hoy en Viena predominan el blanco y negro más clásicos.
La gran mayoría de los 27 artistas que compiten esta noche por hacerse con el trono europeo de la canción destacan por su naturalidad, que en el caso de los cantantes masculinos es especialmente evidente.
El cantante sueco Måns Zelmerlöw, el gran favorito con su pegadizo tema «Heroes», destaca por un «look» casual y juvenil, con una camiseta blanca y un pantalón negro a juego con los efectos digitales de su actuación.
El traje de chaqueta en negro sobre camisa blanca o negra es la apuesta más recurrente entre los artistas masculinos.
Otro de los grandes favoritos, el trío italiano «Il Volo», viste con elegancia y sencillez, a tono con su apuesta musical de corte clásico.
El dúo noruego Kjetil Morland y Debrah Scarlett son el mejor exponente de esa sencillez, con dos elegantes diseños de blanco crudo y minimalismo escandinavo que casan a la perfección con su propuesta musical.
Excepciones a la discreción de este año son los botines deportivos dorados de la cantante israelí de 16 años Nadav Guedj, sin duda un guiño a su canción «Golden Boy».
También el británico Alex Larke acompaña a Bianca Nicholas con camisa blanca y traje negro, aunque avanzada la canción los vestuarios del dúo Electro Velvet se iluminan de neón.
El Reino Unido sigue así fiel a su línea en Eurovisión entre la originalidad y la extravagancia más «kitsch».
Tampoco pasa desapercibida Animata, la cantante de Letonia que viste un ajustado vestido drapeado de color rojo que recuerda a la islandesa Björk tanto en su estilo musical como de vestuario.
En la apuesta del diseñador Liga Banga destaca el volumen que prende en la parte inferior, de media pierna hacia bajo, y el pronunciado escote con transparencias.
La serbia Bojana Stamenov luce un vestido en verde grisáceo y bordados de lentejuelas en plata vintage. De sus hombros pende una capa brillante del mismo color que cae hasta sus pies.
Un moño alto y sujeto con una tiara refuerza sus gestos y va acorde con el vestuario diseñado por Igor Todovoviæ, que si para algunos recuerda un vestido de princesa de Disney, para otros es el «look» perfecto para parecer una diva operística.
Otra cantante que dará que hablar es la eslovena Maraaya, que abre la gala, y sigue con la apuesta por el color blanco con un sencillo vestido, pero destaca por sus cascos de estudio.
La cantante, que años atrás padecía miedo escénico, asegura sentirse más cómoda con ellos porque le evocan las mismas emociones que siente cuando se encuentra grabando en un estudio.
Y aunque Georgia recurre también al color negro, la puesta en escena «gótica» de Nina Sublatti no pasará desapercibida.
La cantante viste un mono negro de pantalón corto en el que destacan las hombreras con largas plumas negras junto a unas botas hasta las rodillas. Un vestuario que se ajusta como un guante a su canción «Warrior».
Casi opuesto es el estilismo de una de las grandes favoritas, la rusa Polina Gagarina, que causó sensación con un sencillo vestido blanco y largo sobre el que se proyecta un juego de luces.
Un acertado vestuario que combina a la perfección con la sencillez de un peinado que realza su belleza natural y su voz.
La española Edurne es también una de las grandes destacadas con sus dos vestidos superpuestos que, de acuerdo con la canción, simbolizan la transformación de la protagonista.
Edurne se desprende a mitad de «Amanecer» de un vestido rojo y largo con una capa para acabar con un vestido verde agua con transparencias y cuello «halter».
La gran abertura que tiene en la pierna derecha deja ver sus sandalias de tacones que le suben hasta las rodillas.
José Fuentes es el diseñador de todos los «looks» que la cantante ha lucido esta semana por Viena. A pesar del cambio de vestuario en sus ensayos, lo que Edurne sí ha mantenido en escena es el estilo del peinado, dejando la melena al viento.
Otra cantante que ha apostado por el pelo suelto es la griega Maria Elena Kyriakou, que viste un llamativo diseño por su amplio escote y sus brillos.