El Hormiguero lleva 18 años en emisión, repartidos en cinco en Cuatro y trece en Antena 3. Al principio nació como un programa semanal, pero poco a poco se convirtió en diario y en todo un éxito de audiencia.
Antes de estar al frente del programa, Pablo Motos había hecho muy poca televisión, y siempre como colaborador de formatos o como guionista o monologuista en El Club de la Comedia, por ejemplo.
Su principal labor hasta que dio el salto a la televisión fue la radio, donde tuvo la difícil misión de sustituir a Gomaespuma en M80 con el programa No somos nadie.
¿Por qué 'El Hormiguero'?
Es curioso que el origen del nombre de El Hormiguero esté relacionado con que, en 2003, Estados Unidos invadiera Irak. Motos se lo explicó a Joaquín Sánchez cuando le visitó en su programa de Antena 3.
"En la guerra de Irak salimos un millón de personas a decir 'no a la guerra'. Y Aznar no hizo caso de nadie y fue a la guerra. Era como que no somos nadie…", comentó el valenciano.
"Somos hormiguitas que solo estamos mirando el culo de la hormiga de delante, pero tenemos una opinión de la vida. No somos más que nadie, pero tampoco menos", recordó Motos.
Entonces, a raíz de ese comentario del presentador en el programa, la gente empezó a llamar a No somos nadie y siempre repetía el mismo saludo: "Soy una hormiga".
"Y luego, cuando vamos a hacer un programa de televisión, nosotros tenemos ya un millón de hormigas (en relación con la audiencia del programa de radio). Y de ahí el nombre El Hormiguero", explicó el conductor del programa de Antena 3.
El origen inicial de Trancas y Barrancas
De las hormiguitas de la radio saltaron a la televisión, pero cuando hace casi dos décadas, Motos le propuso a Jorge Salvador, su socio en la productora 7yacción, que en El Hormiguero tenían que aparecer unos muñecos de trapo, le pareció una locura.
Entonces, un día, el valenciano apareció en las oficinas del programa con dos calcetines de trapo, proponiendo que fueran los que salieran de debajo de la mesa para entrevistar a los invitados.
Esa idea le pareció al socio de Motos la locura definitiva, pero, en el fondo, le gustaba a idea de los muñecos, y le propuso al presentador que fueran hormigas, dado el nombre del programa.
Le encargaron al diseñador Óscar Julve los diseños, bocetos que enseñó en una ocasión Salvador en el programa. Tras elegir la forma, quedaba el nombre.
Se barajaron multitud de opciones como Troche y Moche o Pipa y Popa, pero fue un colaborador de El Hormiguero, Marron, el que acabó bautizando a las hormigas.