Tamara Falcó ha vuelto a ser la estrella este jueves en la tertulia semanal de actualidad en 'El Hormiguero'. Mientras Pablo Motos y el resto de colaboradores opinaban sobre los instintos innatos, la marquesa de Griñón ha saltado en la defensa de todo lo contrario...el celibato. Comprometida con la fe, Falcó ha sido el contrapeso de la opinión mayoritaria, defendiendo la renuncia a las relaciones sexuales de algunos religiosos. Pero no solo eso, tras el intenso debate y quizá acalorada por ello, al finalizar el espacio, Tamara ha saltado contra el presentador, pidiéndole firmemente y muy seria un mayor peso en las tertulias. La marquesa se hace valer.
La tertulia de este jueves ha sido muy controvertida, todo un toma y daca en el que Tamara se ha defendido en solitario contra la opinión mayoritaria de la mesa, sobre el celibato. Mientras el resto de colaboradores y el presentador renegaban de ello y apostaban por permitirse gozar de las relaciones sexuales, la marquesa de Griñón se veía sola tratando de explicar las razones de abstenerse, en especial, en relación al ámbito religioso.
Finalizada ya la controvertida tertulia de la semana, momentos antes de despedir el programa, Tamara ha parado al presentador para hacer un incido que se notaba que hacía tiempo que quería realizar. Y es que, aún alterada por el acalorado debate, cuando Motos ha pedido a Juan del Val que cerrase la tertulia, la marquesa ha interrumpido: «¿Por qué siempre le tienes que dejar terminar a él?». El presentador ha sido rápido en responder: «Termino yo y es porque no me fio de la gente que no se toma el placer en serio», a lo que Falcó ha contraargumentado: «Los placeres no tienen por qué ser solamente los carnales».
Isabel Preysler ya se lo pidió a Pablo Motos
Tamara no es la única que cree que se merecería más tiempo en las tertulias de 'El Hormiguero'. En una de las últimas visitas de su madre, Isabel Preysler, al programa, ya le insistió a Pablo Motos que creía que su hija tendría que tener más espacio. «Es la que nos da alegría», zanjó el valenciano. Parece que es un tema que no viene de nuevo ni es una simple contestación espontánea, sino que verdaderamente inquieta a Tamara.