La noche de este lunes, a partir de las 22:50 horas, Quique Jiménez, conocido popularmente como Torito, competirá en la gran final de la décima edición de MasterChef Celebrity, el aclamado concurso de Televisión Española. Su participación ha capturado la atención del público, consolidándolo como uno de los aspirantes más destacados a alzarse con el codiciado título. Torito se medirá en una intensa batalla culinaria contra otras figuras reconocidas del panorama español: la periodista Mariló Montero, el actor Juan José Ballesta y el exfutbolista Miguel Torres. Este evento no solo representa un desafío gastronómico, sino también un punto de inflexión en su ya dilatada carrera, marcada por la versatilidad y una personalidad inconfundible.
La llegada de Torito a la final de MasterChef Celebrity 10 no es casualidad, sino el resultado de una trayectoria profesional que ha sabido reinventarse y adaptarse a los nuevos formatos televisivos. Antes de convertirse en el rostro mediático que hoy conocemos, su talento se forjó en el ámbito artístico, trabajando como escenógrafo y decorador para cine y publicidad, entre otros encargos. Esta base creativa le ha proporcionado una perspectiva única, que ha sabido trasladar a la pequeña pantalla con un estilo propio e irreverente. Su presencia en el talent show culinario ha permitido a la audiencia descubrir una faceta más personal y vulnerable del presentador, alejada de su habitual rol de showman, lo que ha generado una gran empatía y expectación ante el desenlace del concurso.
La expectación es máxima ante la inminente final, donde Torito, con su particular sello, buscará demostrar que su habilidad en los fogones está a la altura de su carisma televisivo. Su evolución a lo largo del programa ha sido notable, pasando de ser una figura conocida por su humor y espontaneidad a un contendiente serio y dedicado en la cocina. Este cambio de registro ha sido clave para ganarse el favor tanto del jurado como de la audiencia, que ve en él a un posible ganador que podría sorprender a todos con su destreza culinaria. La final promete ser un espectáculo emocionante, donde la tensión y la creatividad se darán la mano en la búsqueda del décimo campeón de MasterChef Celebrity.
Enrique Jiménez Martínez, conocido artísticamente como Torito, nació el 11 de mayo de 1977 en Ciutadella de Menorca, Islas Baleares. Su formación académica es un reflejo de su inclinación por las artes, siendo licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y poseedor de un máster en Museología y gestión del patrimonio cultural. Antes de su irrupción en la televisión, Torito desarrolló una prolífica carrera en el ámbito artístico. Trabajó como escenógrafo y decorador para diversas producciones cinematográficas, campañas publicitarias y otros encargos artísticos, lo que le proporcionó una sólida base creativa. Un testimonio de su talento precoz es el premio de pintura «VIII premio Sant Antoni-Sa Nostra de Pintura» que ganó en Menorca en 1996, cuando apenas tenía 19 años. Esta faceta menos conocida de su trayectoria subraya la profundidad de su perfil profesional, mucho antes de que las cámaras se fijaran en él.
Evolución profesional y vida personal
El salto de Torito a la pequeña pantalla se produjo en 2002, cuando, tras un casting para el programa Vitamina N de CityTV (actualmente 8TV), fue seleccionado para trabajar como reportero. Este fue el inicio de una carrera televisiva que lo ha llevado a colaborar en numerosos formatos. Ha sido un rostro habitual en programas de gran audiencia como ¡Qué tiempo tan feliz! y Viva la vida, entre otros, donde su estilo irreverente y su capacidad para la improvisación lo convirtieron en un personaje muy querido por el público. En 2023, fichó por Zapeando en La Sexta como colaborador, consolidando su presencia en la televisión nacional.
Actualmente, compagina su participación en MasterChef Celebrity 10 con presentar el concurso musical LALALA en IB3 Televisió, la cadena autonómica de las Islas Baleares, junto a Rosa de Lima. Su incursión en MasterChef Celebrity representa un cambio notable en su perfil televisivo, mostrando una faceta más allá del humor y el reportaje, y confirmando su versatilidad. Torito siempre ha sido una figura pública que ha abordado con naturalidad y transparencia aspectos de su vida personal. Está casado con su pareja, Raúl Jiménez, desde hace muchos años, y es padre de un hijo, Nathan, nacido en 2016 mediante gestación subrogada. Estos temas, que para muchos podrían ser privados, él los ha compartido abiertamente, contribuyendo a la visibilidad y normalización de diversas realidades familiares.
En 2017, publicó su libro autobiográfico titulado Ácido, una obra que profundiza en sus experiencias y reflexiones personales. Además, ha manifestado públicamente que padece una enfermedad crónica desde hace años, aunque ha optado por mantener los detalles específicos en la esfera privada, demostrando una gran fortaleza y discreción. Su visibilidad como figura dentro del colectivo LGTBI, padre y profesional mediático aporta un valor simbólico significativo para la representación social en los medios de comunicación españoles.
Su impacto en la televisión
El estilo de Torito se caracteriza por su irreverencia, carisma y un humor muy particular. Frente a la cámara, realiza intervenciones locuaces que mezclan el reportaje con el espectáculo, creando un sello personal inconfundible. Su capacidad para conectar con la audiencia y su espontaneidad lo han convertido en un comunicador muy valorado. Su paso por MasterChef Celebrity 10 se percibe como un verdadero renacer profesional, especialmente después de haber atravesado periodos de incertidumbre laboral.
Este concurso le ha brindado una plataforma para mostrar una nueva dimensión de su personalidad y habilidades, consolidando su posición en el panorama televisivo. La audiencia ha podido apreciar su lado más humano y esforzado, lo que ha reforzado su imagen pública y ha generado un renovado interés en su figura. Una victoria de Torito en MasterChef Celebrity 10 no solo sería un triunfo personal, sino que también tendría un impacto significativo en su carrera y en la percepción del público. Representaría la culminación de un proceso de reinvención y la confirmación de que su talento va más allá de la comedia y el entretenimiento puro. Para el programa, sería un ganador que encarna la diversidad y la capacidad de superación, un perfil que resuena con los valores actuales.
Meam si guanya i es dedica a fer una cosa be que és la cuina perqué pel periodisme és molt i molt patètic.