Al llegar el fin de mes, muchos trabajadores en España revisan su nómina con atención para asegurarse de que lo que perciben corresponde con lo que deberían cobrar. Sin embargo, en ocasiones, algunos conceptos no resultan sencillos de entender y pueden generar dudas sobre la exactitud del dinero recibido.
Ahora, una modificación publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) promete impactar directamente en lo que pagan al fisco miles de trabajadores con salarios modestos. Se trata de un cambio importante en la deducción aplicable sobre el IRPF, que beneficiará a quienes tienen sueldos más bajos, especialmente a quienes cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Aunque la norma entró en vigor en julio de 2025, su aplicación es retroactiva para todo el año fiscal, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2025. Por ello, el impacto real no se notará en los recibos mensuales de nómina, sino en la declaración de la renta que se presentará en 2026. Será entonces cuando muchos contribuyentes verán una reducción en el importe que deben pagar a Hacienda.
Nuevo marco normativo para las deducciones en el IRPF
Según la ley recogida en el BOE, solo podrán aprovechar esta deducción quienes cumplan dos requisitos clave. En primer lugar, deben tener ingresos por trabajo que no superen los 18.276 euros brutos anuales. En segundo lugar, es imprescindible que los ingresos adicionales —como intereses bancarios, rentas por alquiler u otras rentas similares— no excedan los 6.500 euros anuales.
Este doble filtro garantiza que sólo se beneficien trabajadores con rentas bajas y sin ingresos extraordinarios que eleven significativamente sus recursos económicos.
La deducción tampoco es uniforme para todos. Quienes ganen menos de 16.576 euros anuales disfrutarán de la reducción máxima de 340 euros en su declaración de la renta. Para quienes tengan ingresos entre 16.576 euros y 18.276 euros, la deducción se irá reduciendo de manera gradual hasta desaparecer completamente al sobrepasar dicho límite.
Este sistema escalonado busca reducir la carga tributaria sin perjudicar a los trabajadores con rentas medias, concentrando el alivio fiscal en quienes realmente lo necesitan.
Cómo afectará la deducción a los salarios bajos
Para entender el funcionamiento práctico, imaginemos dos casos. Una persona que cobre 17.000 euros anuales verá aplicada una deducción parcial, que rondaría los 255 euros de ahorro fiscal en la declaración. Por otro lado, alguien con un salario anual de 18.000 euros apenas podrá deducir poco más de 55 euros.
Este mecanismo de reducción gradual evita que trabajadores con salarios superiores disfruten de este beneficio, otorgando una ayuda proporcional a la cuantía de sus ingresos.
Implicaciones para la declaración de la renta 2026
Este ajuste en las deducciones del IRPF no requiere ninguna gestión por parte del contribuyente. No será necesario presentar solicitudes adicionales, ya que será la Agencia Tributaria la que introduzca automáticamente esta deducción en el borrador de la declaración de la renta correspondiente al ejercicio fiscal 2025, que se presentará en la primavera de 2026.
No obstante, es fundamental revisar con atención el borrador cuando esté disponible. En ocasiones, pueden ocurrir errores o falta de datos completos, por lo que comprobar que la deducción está correctamente reflejada puede significar una diferencia importante.