La ministra de Exteriores de Alemania, Annaleba Baerbock, ha lamentado este miércoles que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, «ha destrozado de manera unilateral» los Acuerdos de Minsk, que ya «no valen nada», y le ha acusado de mentir sobre la escalada del conflicto en Ucrania. «Si uno hace una semana dijo 'A' y ahora hace lo contrario, entonces no ha dicho la verdad. O dicho claramente: ha mentido», ha indicado Baerbock tras reunirse en Berlín con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian.
A su vez, la ministra alemana ha considerado que Putin ha decidido actuar completamente en contra del Derecho Internacional, sin tenerlo en cuenta. «La comunidad internacional no aceptará esta violación del Derecho Internacional», ha considerado. En este sentido, ha destacado que la Unión Europea (UE) haya respondido de forma rápida, unida y coordinada con el paquete de sanciones, «dejando claro a Putin lo inaceptable de la situación».
A partir de ahí, según ha apuntado, podrían adoptarse otras medidas. «Se tomarán todas las medidas duras, en caso de ser necesario», ha matizado. Pese a la acusación, se ha mantenido firme en su apuesta por negociar una desescalada. «Incluso en las crisis más duras, debemos mantener siempre la ventana abierta para las conversaciones. Queremos evitar la guerra», ha aseverado.
Por su parte el ministro de Exteriores galo ha señalado que Putin ha «negado» la condición de Ucrania de «país soberano» al reconocer a los rebeldes. «El presidente Putin en su discurso de alguna manera niega a Ucrania como país soberano. Estamos en una fase de revisionismo para redescubrir viejos espacios reinventando la historia», ha aseverado durante la rueda de prensa donde se ha reunido con su homóloga alemana, horas antes de que la UE aplique las sanciones acordadas por los Veintisiete en respuesta al reconocimiento ruso de Donetsk y Lugansk como entes soberanos de pleno derecho.
El apunte
Qué pasó en Minsk
El Acuerdo de Minsk es un protocolo alcanzado en 2014 para poner fin a la guerra en el este de Ucrania, firmado por representantes de este Estado, la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, ambos territorios legalmente ucranianos a los que Putin ha reconocido recientemente, dando origen a un conflicto internacional de grandes dimensiones.
En Minsk, capital de Bielorrusia, se firmó este pacto tras largas conversaciones bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). El acuerdo, que siguió a varios intentos previos por cesar los combates en la región del Donbás, implementó un alto el fuego inmediato que sin embargo no ha sido respetado por las partes desde hace tiempo.