El jefe de los servicios de Inteligencia militar de Ucrania, Kirilo Budanov, ha afirmado este miércoles que el presidente ruso, Vladímir Putin, está enfermo de cáncer y ha asegurado que al mandatario no le queda mucho tiempo de vida. «Por supuesto. Ha estado enfermo durante mucho tiempo», ha contestado ante una pregunta sobre el estado de salud del mandatario ruso durante una entrevista con la cadena ABC recogida por la agencia de noticias Ukrinform.
El estado de salud de Putin ha sido motivo de especulación desde hace meses después de que se le haya visto en varias comparecencias públicas con aparentes problemas de movilidad, unas sospechas que resurgieron especialmente tras el encuentro que mantuvo en el Kremlin con el presidente francés, Emmanuel Macron, en febrero.
De hecho, el jefe de la CIA, William Burns, afirmó ya en julio que no hay pruebas que sugieran que Putin está enfermo. «Por lo que puedo decir, está demasiado sano», dijo entonces Burns durante el Foro de Seguridad de Aspen antes de agregar que sus valoraciones «no suponen un juicio de (los servicios de) Inteligencia».
Precisamente, la polémica mención ha coincidido en el tiempo con dos peticiones de alto el fuego simultáneas; de un lado la del patriarca ortodoxo Kirill, en su caso con motivo de la Navidad ortodoxa, y del otro por parte del presidente turco, quien este jueves ha mantenido una conversación telefónica con Putin al respecto.
Por otra parte, lejos de amainar los combates, las autoridades ucranianas han informado que la ciudad de Bajmut, punto neurálgico en el este de Ucrania y donde se centran los más duros combates entre los ejércitos ruso y ucraniano, ha sido ya destruída en un 60 por ciento. Pavlo Kyrylenko, jefe de la Administración Militar de la región de Donetsk, donde se encuentra esta urbe, informó en los medios locales que las hostilidades en la zona han arrasado esta estratégica ciudad, que llegó a tener más de 70.000 habitantes. Kyrylenko precisó que a diario se producen víctimas en el área y que concretamente este miércoles dos mujeres murieron tras un bombardeo ruso.