Un escritor de viaje en algún lugar con mar relata, en tiempo real, una historia de suspense que con dimensión paralela incluida. Lo hace valiéndose de decenas de tuits, por entregas, en lo que podría ser el comienzo de un nuevo formato literario.
Así esta arrasando Manuel Bartual en Twitter desde el pasado 21 de agosto, cuando, tras mostrar su pena por el futuro cierre de la revista Orgulloysatisfaccion en su cuenta personal, empezó a publicar mensajes inquietantes que le han hecho aumentar sus seguidores de un puñado a casi 300.000, y en alza.
«Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras». Este es el arranque de la historia que desde el lunes pasado mantiene enganchados a cientos de tuiteros, convertidos también en actores secundarios del relato con sus fotos, vídeos, «memes» y todo tipo de comentarios.
Desde entonces este dibujante, cineasta y diseñador gráfico valenciano ha publicado decenas de mensajes en tono como de conversación entre amigos, contando sus miedos, sospechas e investigaciones, todo ello ilustrado con fotos y vídeos que confieren aún más realismo a la historia.
Lo hace echando mano de una herramienta, Twitter, que pasa de ser estática a conformar, mensaje a mensaje, una especie de novela de suspense.
El segundo de sus tuits -"Esta tarde estaba leyendo en la terraza de mi habitación cuando he escuchado que la puerta se abría. Y a este viaje he venido solo"- ya pone al lector en el camino del misterio.
Es un relato en vivo y vivo en sí mismo, ya que no solo está contado minuto a minuto en el mismo momento en que el, supuestamente, autor experimenta lo que le pasa, sino que además se enriquece con los comentarios de los otros tuiteros, que Bartual va incluyendo en su historia.
«Para los que estáis preocupados por mí: ¡sigo vivo!», llega a escribir en un momento dado para tranquilizar a los lectores preocupados por su integridad, en vista de que, según relata, un hombre idéntico a él se pasea por ahí y otro le espía desde la piscina de su hotel.
El fenómeno ha llegado a tal punto que a día de hoy varias cuentas de Twitter llevan su nombre e incluso claman tratarse del auténtico Manuel Bartual. «Este soy yo realmente, me han quitado la cuenta otra vez», dice una de ellas con su misma foto de perfil.
En su juego virtual se han metido incluso otros personajes del mundo cultural español como el director de cine Nacho Vigalondo, que ahora es también Manuel Bartual en Twitter, junto con otros perfiles más anónimos.
La historia no solo se mueve en el tiempo, también en el espacio, y a medida que pasan los días Bartual incluso coge un avión huyendo de su propio yo, y mantiene puntualmente informados a los que le leen con imágenes del avión y de los aeropuertos de embarque y desembarque.
Este relato tiene otra característica especial y que parece descartar la improvisación. Desde el tuit número uno de las 12:46 horas del pasado lunes, el autor se escribe los mensajes a sí mismo (es decir, en formato de «En respuesta a @Manuelbartual"), lo que da más pistas al lector que intenta desentrañar un final que aún no se ha producido