Mucho se ha dicho y escrito de la última campaña publicitaria de Burger King, incluso que más vale que se hable mal de uno mismo a que el nombre comercial propio pase desapercibido. Esta Semana Santa la conocida multinacional se ha visto obligada a retractarse de un espot publicitario que ha soliviantado sensibilidades religiosas.
La conocida cadena de comida rápida Burger King ha tenido que asumir incluso llamamientos al boicot del consumo de sus productos, después de que su último gancho comercial no haya surtido el efecto esperado por parte de los creativos. A pesar de que España sea un Estado aconfesional, queda clara la influencia del poso católico, presente aun en muchos ámbitos de la vida pública.
Y es que cientos o miles de usuarios de las redes sociales se pusieron en pie de guerra contra la popular marca por una polémica campaña vegetariana, que buscaba precisamente dar a conocer las posibilidades alimenticias exentas de carne en los restaurantes que la cadena ostenta en nuestro país, y contaban con citas de las Sagradas Escrituras: «Tomad y comed todos de él. Que no lleva carne» podía leerse en las marquesinas de algunas ciudades españolas, precisamente en los días de máximo recogimiento de los fieles.
La mención a uno de los pasajes culmen del Nuevo Testamento trataba de conectar el tiempo de ayuno y contención espiritual, que para los más religiosos todavía contiene la Semana Santa, y lo cierto es que no hizo ni pizca de gracia a numerosos cristianos, que consideraron fuera de lugar la alusión a las palabras de Jesús en la Última Cena con sus discípulos.
Tampoco han faltado las alusiones a otras religiones, en relación a esta supuesta banalización del sentimiento religioso con una finalidad publicitaria y comercial. Buena parte de la contestación parte de dos jóvenes curas, con miles de seguidores en las redes sociales. Con toda esta campaña reactiva en su contra, Burger King no ha tenido más que emitir un sentido «lo siento mucho y no volverá a ocurrir».