El Govern aplicará en 2016 un impuesto turístico «con o sin ayuda del Estado» porque es «absolutamente necesario» para mejorar la competitividad de las islas y porque es una demanda social de la mayoría ciudadana que «ha hecho posible el cambio político» en Baleares con ocasión de las pasadas elecciones.
Así lo ha asegurado este jueves el vicepresidente del Govern y conseller de Innovación, Investigación y Turismo, Biel Barceló, que ha dicho que está «convencido» de que «buena parte» del sector turístico está convencido de la necesidad y «conveniencia» de implantar este impuesto para reinvertirlo en las islas.
Con ocasión de una comparecencia parlamentaria para explicar su programa de gobierno, el conseller ha dicho que el ejecutivo busca el «máximo consenso» para instaurar este nuevo impuesto, para lo cual ya han comenzado las conversaciones con el sector turístico.
Barceló ha comentado que, con este gravamen, los turistas «ayudarán a preservar este paraíso» que es el archipiélago, y que el dinero que se recaude se reinvertirá en la mejora de las zonas turísticas, la preservación y recuperación del medio ambiente y del paisaje, la mejora del patrimonio histórico y el desarrollo de políticas de innovación.
El vicepresidente ha recordado que este impuesto turístico es ya un «realidad» en países como Estados Unidos o Marruecos y en ciudades como Berlín o Barcelona. Precisamente, en la Ciudad Condal la afluencia de turistas ha crecido un 20 % desde que se implantó este impuesto en 2012, ha subrayado Barceló.