«A veces siento que molesto a mis amigas contándoles cosas que pueden parecer tonterías pero que para mí no lo son, para esto utilizo ChatGPT, me ha ayudado en los estudios, en la gestión de emociones, u otros aspectos». El uso de la IA se ha popularizado entre los jóvenes, ya que es una herramienta rápida, accesible y sin juicios. Por ello, además de usos cotidianos como recetas de comida o la planificación de un viaje, ChatGPT se ha convertido en un buscador habitual e incluso en un terapeuta improvisado para algunos. Este es el caso de María Gómez, nombre ficticio para preservar el anonimato del testimonio.
La IA no es una psicóloga. Escuchar y comprender no son lo mismo. «La principal diferencia entre ir al psicólogo o recurrir a la IA es que el objetivo que tiene el terapeuta es hacerle preguntas al paciente y que aprenda a solucionar sus propios problemas, a ser una persona autónoma, sabia y equilibrada mentalmente». Todo en base a un contexto del que carece un chatbot, explica Silvia Ortiz psicóloga y profesora en la UIB.
La mayoría de las personas tienden a buscar respuestas rápidas y reconfortantes, tal y como son las de ChatGPT: «siempre va a darte la razón, decirte que tu pregunta es muy interesante y contestarte en relación al algoritmo creado». Sin embargo, un profesional no da la razón a todo lo que dice la persona en terapia y sus modos de respuestas son opuestos a los de la IA. «Aunque sé que me da mucho la razón, me ayuda a calmarme. Hay que saber cómo plantearle preguntas y cómo gestionarlo», confiesa Gómez.
Coste económico
Entre los motivos del uso frecuente está el coste económico, la comodidad o incluso los prejuicios asociados hacia quienes van a terapia. «No voy al psicólogo por el estigma que hay en mi familia», confiesa una de las usuarias. Así y todo, reconoce que ahora no puede costearse un psicólogo. «Cuando pueda acudiré, pero por ahora me sirveChatGPT, es una herramienta muy formada. Es un amigo inteligente para mí». «Me ayuda a ordenar mis pensamientos pero no a crearlos de la nada», añade.
La realidad es que el gasto de un psicólogo privado dos veces al mes para una persona joven supone destinar el 15% del salario medio y el 38% de las personas jóvenes no van a terapia por no poder costeárselo, según un informe del Consejo de la Juventud de España y Oxfam Intermón. Asimismo, el estudio revela que el 55,6% de los jóvenes con carencias materiales severas tienen problemas de salud mental frente al 37,7% de quienes no tienen estos problemas económicos.
A pesar del uso generalizado como alternativa a un terapeuta, la psicóloga Ortiz es contundente al afirmar que «ChatGPT no va a solucionar ningún problema». No puede ofrecer un diagnóstico claro sobre si una persona sufre un trastorno de ansiedad o depresión. «Antes solamente teníamos que luchar contra Google, ahora también contra ChatGPT, porque las personas cuando tienen incertidumbre y no saben lo que les pasa buscan respuestas. Y durante muchos años la gente ha ido a Google para buscar los síntomas de lo que tenía. Luego el paciente iba a la consulta con el diagnóstico y el médico tenía que luchar contra esa creencia que traía. Y ahora con ChatGPT, lo mismo. Muchas personas intentan autodiagnosticarse y lo utilizan de manera errónea. Y luego, el psicólogo o la psicóloga, tiene que remar en contrasentido». Lo que distingue esta experiencia de Google es la percepción de interacción humana, pues con los modos de contestación de la IA el usuario puede sentir que hay una presencia real respondiendo.
Educación
Quien ejerce la psicología trabaja desde un enfoque muy distinto al de una inteligencia artificial. Sin embargo, esta diferencia no siempre es comprendida por la sociedad. Y es ahí donde la educación adquiere un papel fundamental, pues si no se educa sobre los modelos sobre los que responde un chatbot, existe el riesgo de que se malinterpreten las capacidades reales de esta tecnología.
Dentro de unos años el valor humano de los psicólogos y las psicólogas tendrán incluso más valor. «No va a ser una amenaza que vaya a sustituir el trabajo de los profesionales», considera Ortiz. «No nos podemos creer todo lo que nos dice, el pensamiento crítico debe permanecer en los modos de pensamiento humanos, es parte de la educación», añade.
Con todo, a pesar de los desafíos que plantea ChaGPT, y de ser una herramienta accesible para todos los públicos para varios aspectos de la vida cotidiana la esencia y crítica humana quedará en quienes quieran potenciarla.
La IA es una gran cagada para el ser humano, por un lado es buena si se utiliza para fines adecuados pero como todo en esta vida tiende a caer en manos de gente que solo quiere sacar partido economico a costa de lo que sea. A mi me da mucha tristeza ver en que se a convertido el ser humano o mejor dicho las sociedades formadas por el.