Catalina Cabrer, consellera de Treball, Funció Pública i Diàleg Social del Govern, repasa en esta entrevista su rápida trayectoria política, los retos en materia de ocupación, conciliación, absentismo y diálogo social, y defiende los avances logrados en salud laboral, igualdad y negociación colectiva. Mediadora de formación y convicción, afirma que su prioridad es «abrir puertas y buscar soluciones» desde el consenso.
De directora general a consellera autonómica en tan solo dos años. ¿Cómo se siente?
Con humildad y responsabilidad. Acepté con mucho orgullo el cargo de directora general de Treball porque soy abogada y me he dedicado siempre al Derecho laboral. He puesto todo mi esfuerzo en buscar soluciones, en ser creativa y aplicar la experiencia que tenía como mediadora en muchas negociaciones de distintos sectores. Y agradezco la acogida que he recibido de los agentes sociales, tanto patronales como sindicatos, muchos de los cuales ya conocía por mi trayectoria profesional.
Usted ya ejercía de consellera de Treball en la sombra antes del nombramiento
He ejercido los cargos que se me han encomendado en cada momento con total compromiso. Me he implicado mucho porque es un área que va mucho con mi talante.
Dígame un logro concreto que le gustaría alcanzar antes de que termine la legislatura en cada una de las áreas que dirige
Quiero que la igualdad y la conciliación, con una ley pionera en España que hemos aprobado, se implementen de verdad en el seno de las empresas de Balears. Quiero también culminar el proyecto de mejora de las condiciones de las camareras de piso y reducir la siniestralidad. Que quede claro que el diálogo social es nuestra bandera y no la de otros, y el gran reto es consolidar el Pacte per la Sostenibilitat, una gran apuesta de la presidenta Marga Prohens. Quiero que dentro de dos años podamos decir que el Pacte ha dado lugar a propuestas valientes y transformadoras para el futuro sostenible de Balears.
Balears registra cifras récord de empleo y afiliación, pero las empresas siguen lamentando la falta de personal cualificado y la baja productividad. ¿Qué soluciones se pueden plantear desde la administración?
Estamos trabajando en un nuevo plan de ocupación que hemos denominado ‘SOIB puente’ para ser ese vínculo entre las necesidades de las empresas y la realidad de un mercado laboral en el que actualmente es el trabajador el que elige dónde quiere trabajar. La idea es formar y ajustar los puestos de trabajo a la capacitación, con programas de mejora y de adquisición de habilidades.
¿Se están incluyendo también las bajas justificadas bajo el paraguas del absentismo laboral como denuncian los sindicatos?
No vamos a entrar en falsos debates sobre la imprescindible asistencia al trabajador que se ausenta porque se ha puesto enfermo, faltaría más. Lo que sí nos preocupa es que haya tanta burocracia en la gestión de las bajas, por eso impulsamos un proyecto pionero con el Consell de Salut que permitirá a las mutuas realizar pruebas médicas en bajas por contingencias comunes para agilizar procesos y reducir listas de espera. Además, hemos creado una comisión de seguimiento con los agentes sociales y estamos trabajando con el Instituto de Salud Laboral (IBASSAL), el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y las mutuas para mejorar la gestión de las bajas.
¿Cuándo está previsto que arranque el Observatorio de Absentismo Laboral en Hostelería?
De forma inmediata. En septiembre comenzaremos a configurar el proyecto con los agentes sociales. Será un trabajo conjunto, como no puede ser de otra manera.
Los sindicatos aseguran que la buena marcha de la economía balear no se está traduciendo en una mejora real de las condiciones de vida ni de la salud laboral de las personas trabajadoras.
Entiendo la preocupación, pero también se han logrado avances. El último convenio de hostelería, por ejemplo, incluye una mejora salarial histórica y medidas de salud laboral y conciliación, además del observatorio de absentismo. La siniestralidad laboral ha bajado y hemos dejado de liderar la tasa de accidentes en construcción, un sector especialmente sensible. Desde el IBASSAL estamos haciendo visitas preventivas a empresas con mayor índice de siniestralidad. No buscamos sancionar, sino acompañar. Y se están viendo los frutos. Cuando llegué, el IBASSAL apenas tenía estructura; ahora hemos dotado el organismo de medios y personal técnico para que realmente funcione.
¿Deberían medirse las cargas de trabajo en todos los sectores y no solo en hostelería?
Dependerá de cada negociación colectiva. Si un sector lo considera necesario, estaremos ahí para acompañar el proceso.
¿Qué le parece la ampliación de los permisos de nacimiento y cuidados aprobada por el Consejo de Ministros?
Toda medida que favorezca la conciliación nos parece positiva. Nuestra ley de conciliación se basa en el principio de libertad: que cada persona pueda elegir cómo organizar su vida familiar y laboral sin ver perjudicada su carrera profesional. No se trata solo de cuidar a hijos, también a personas mayores. Por eso priorizamos medidas que fomenten la permanencia en el mercado laboral.
¿Cree que existe en Baleares una cultura empresarial favorable a la conciliación?
Sí, y lo he comprobado personalmente al trabajar en la ley. Las patronales están muy comprometidas, porque saben que una plantilla que concilia es más feliz y más productiva.
¿Cómo vivió la amenaza de paralizar el aeropuerto de Palma durante la negociación del convenio de hostelería?
Hemos estado muy pendientes de la negociación desde el primer momento y quiero destacar la madurez de ambas partes. No hizo falta que el Govern interviniera directamente porque, en cuanto saltó la alarma, la reacción fue rápida y constructiva por parte de patronales y sindicatos. Se agradece esa actitud.
¿No ha durado demasiado el conflicto del TIB?
Sí. El Govern ha mediado de forma muy activa pero ambas partes han mantenido posiciones muy rigidas. Agradecemos que finalmente hayan sido responsables.
¿Debería el Govern internalizar el servicio del TIB?
No me corresponde a mi decirlo, sino al conseller de Transportes. Pero si una contrata da problemas, el Govern debe reflexionar.
¿Qué ocurrirá con los trabajadores de IB3 y el acuerdo de integración?
Será fruto de una negociación, en la que intentaré encontrar soluciones. Hay obstáculos legales para la integración, pero me comprometo a trabajar intensamente para abrir puertas y buscar salidas viables.
¿Del Pacte de Sostenibilitat saldrán medidas concretas antes de que acabe el año?
En septiembre empezarán los debates con los agentes sociales de las más de 544 medidas propuestas. uan vez seleccionadas, algunas medidas podrán aplicarse directamente y otras requerirán tramitación parlamentaria. Antes de la próxima temporada seguro que tendremos medidas.
¿Intentará convencer a los partidos y entidades que abandonaron el Pacte para que regresen?
Por supuesto. Siempre tendré la mano tendida y las puertas estarán abiertas. Cuando tengamos las propuestas listas para debatir, se les llamará.
¿Las ausencias restarán legitimidad a las propuestas que salgan del Pacte?
En absoluto. Eso sería desmerecer a los que están y siguen trabajando en el Pacte. Hay muchas entidades implicadas. Este pacte está más vivo que nunca.
Usted es hija y hermana de ex-consellers. ¿Le han dado algún consejo en casa?
Mi padre, por desgracia, ya no está, pero viví su etapa política muy de cerca. De él aprendí todo lo que podía aprender. Y lo mismo puedo decir de mi hermana. Mi familia me ha transmitido valores como el esfuerzo, la responsabilidad y la humildad. Son los tres valores que guían mi día a día.
Lo único social de este Govern es ayudar a los amiguitos todo lo que se pueda y más, aún a costa de los habitantes de esta comunidad.