Siguen llegando reacciones políticas a la inminente llegada del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford a Mallorca. La eurodiputada de Podemos, Irene Montero, ha reclamado al Gobierno que no autorice la llegada y la entrada de barcos militares de EEUU a la bahía de Palma y ha advertido de que esta escala «evidencia la complicidad de Estados Unidos con el genocidio que se está cometiendo en Palestina y su voluntad de demostrar que también manda en Europa».
El USS Gerald R. Ford (CVN-78), considerado uno de los portaaviones más poderosos del mundo, tiene previsto llegar a Palma entre el 3 y el 8 de octubre, y desde Podemos recuerdan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el Estado «es soberano para impedir que el uso de bases militares». En un comunicado, la eurodiputada ha afirmado: «Al mismo tiempo que apoya el genocidio y presenta junto a Netanyahu un plan de dominación colonial de Palestina, EE.UU. muestra con este portaviones que también manda en Europa».
Por su parte, la secretaria general del partido, Ione Belarra, ha manifestado que «la entrada de un portaaviones nuclear de EEUU en Palma plantea un terrible peligro para la seguridad de nuestro país y ahonda en la complicidad de España con los genocidas».
Podemos se ha sumado a las críticas de Més y Esquerra Unida de las últimas horas, y subraya la escala del portaaviones evidencia las limitaciones del reciente Real Decreto ley de embargo de armas a Israel, aprobado hace poco más de una semana. La formación considera que la llegada del buque confirma que «la norma es insuficiente» y que sigue dejando a España expuesta a los intereses estratégicos de
Estados Unidos, cómplices del genocidio. «No queremos que España y menos Baleares sean cómplices de este genocidio, apostamos por la paz, la diplomacia y el respeto a los derechos humanos, no por las guerras ni por los intereses de las grandes potencias militares», ha defendido, por su parte, Cristina Gómez, exdiputada de Unides Podem en el Parlament. «Queremos expresar nuestro rechazo más absoluto a la entrada de barcos de la OTAN, en los puertos españoles y en particular en el puerto de Palma. No aceptamos que nuestro territorio se convierta en una plataforma militar y en un instrumento de la geopolítica de la guerra».
Sra. Montero, olvídelo, de Mallorca ya nos encargaremos los mallorquines, usted váyase a su casa a limpiar la piscina.