Comprar una vivienda en Baleares es muy complicado, pero en el caso de los jóvenes es prácticamente imposible para la gran mayoría. De este modo, sólo el 9,46 % de las personas que han comprado una vivienda en Baleares en el último año tiene menos de 31 años, según el nuevo Portal Estadístico del Notariado.
En concreto, entre septiembre de 2024 y agosto de 2025 se han realizado un total de 15.490 operaciones de compra venta en las Islas, por un importe medio 481.331 euros; la superficie media es de 121 metros cuadrados. Por tanto, los jóvenes de las Islas únicamente han comprado 1.465 inmuebles de los vendidos.
Cabe destacar que únicamente hay una franja de edad que haya podido comprar menos pisos o casas que los jóvenes: los mayores de 70 años, que representa el 4,79 % del total. Por lo general, se trata de un colectivo que tiene casa en propiedad. Cabe destacar que los que viven de alquiler están teniendo muchas dificultades porque las rentas se han disparado por la falta de oferta y la elevado demanda. «Mi casero me reclama el piso para su hija y no sé a dónde ir: tengo 74 años y cobro 600 euros de pensión», explica Luisa María a Ultima Hora.
Compartir piso o vivir con los padres
«Los jóvenes no pueden comprar viviendas como sus padres: el turismo ya no lo permite», lamenta Pere Salvà, catedrático emérito de Geografía Humana de la UIB. A muchos no les queda otra opción que quedarse a vivir con sus padres o compartir piso, auque no sea su elección. En su opinión, esto tiene consecuencias muy negativas y resalta que la natalidad está desplomada. «Tenemos cifras similares a las peores del mundo: en Baleares la proporción es de 0,9 hijos por mujer y en Corea del Sur es de 0,7».
«El turismo ya no da para comprarse un piso en las Islas», reitera. En este sentido, denuncia que los sueldos no han subido tanto como el nivel de vida, por lo que las nuevas generaciones no tienen capacidad para ahorrar y adquirir una casa. «Si cobran poco más de 1.000 euros al mes, ¿cómo van a pagar una hipoteca de más de 300.000 euros y adelantar el 20-30 % del coste de la vivienda?», razona. Además, añade que la cesta de la compra es de las más elevadas de España, por lo que el dinero que queda disponible no permite hacer planes en materia de vivienda. En cambio, asegura que en la década de los 80, 90, e incluso, en la de los 2.000 sí era posible ahorrar y adquirir un inmueble en al Archipiélago.
Carles F. Baeza, sociólogo, doctor en Arquitectura y profesor en Intervención Sociocomunitaria, asegura que los jóvenes de hoy en día son «la primera generación que vive peor que sus padres». En este sentido, apunta que «desde 2008 hasta ahora la renta disponible ha descendido un 10 % entre los jóvenes, mientras que se ha incrementado un 8 % entre los mayores de 65 años».
La herencia, la única opción para muchos
Baeza denuncia que «Mallorca es una zona tensionada, en la que el acceso a la vivienda es un privilegio y no un derecho, lo que impide el funcionamiento del Estado; esto es un fracaso». En su opinión, «la vivienda como activo ha destruido el estado del bienestar y las clases medias. Muchos jóvenes de las Islas sólo tienen la posibilidad de tener una casa si la heredan. Volvemos a un modelo casi feudal».
En este sentido, Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de Futur Legal, resalta que se está marcando una gran diferencia en riqueza entre las familias que tienen más de una propiedad y las que no. «Las que tiene varias viviendas se van a tener que plantear una herencia en vida para que los hijos puedan reformarla o, simplemente, dejársela. Por tanto, los jóvenes que no tienen familias con ese parque inmobiliario tienen una situación mucho más difícil». Cabe destacar que las donaciones se han incrementado en Baleares un 82 % en la última década, según los datos publicados en el Colegio Notarial de las Islas. «Las herencias y las donaciones en vida son la única solución que muchos Baleares tienen para acceder a una vivienda», expone el decano del citado Colegio, Miguel Amengual.
Comprar casas compartidas
Monserrat también subraya que «cada vez es más habitual que dos parejas de jóvenes se pongan de acuerdo y compren una vivienda entre los cuatro. Eso antes los bancos ni se lo planteaban, pero ya hay casos en los que están dando hipotecas. Esta será la única forma de comprar de algunos colectivos. Es la evolución del compartir piso en alquiler al compartir piso en propiedad». El presidente de la Asociación y del Colegio de Agentes de la propiedad inmobiliaria (API) Baleares, José Miguel Artieda, confirma que esto ya está sucendiendo en Mallorca.
El prestigioso economista expresa su preocupación por las dificultades que tienen los jóvenes para acceder a una vivienda. En el caso de la compra resalta que «exige tener ahorros, un 30 % del precio de compra-venta, que en Baleares son unos 90.000 euros en ahorros; salvo los funcionarios, a los que se les exige el 10 % ó el 20 % de ahorros. Aunque es menos, sigue siendo mucho porque es muy difícil ahorrar».
A su modo de ver, «tiene que haber un cambio de mentalidad, que implique un ahorro previo, con estrategia y formación financiera. Si un joven se va de casa a vivir de alquiler, con los precios que tienen es imposible ahorrar para poder comprar». Ante esta situación, planta dos opciones, «o quedarse en casa de los padres durante más tiempo del que les gustaría para poder ahorrar mucho y poder comprar una casa, ya está pasando; o compartir piso, que también se da».
Jo ni em planteig comprar un habitatge. No trob cap sentit a tenir un lloc fix a on dormir del qual si no tens nins et sobra la meitat de l'habitatge.