El Govern busca reflotar el Decreto ley de medidas urgentes para acelerar proyectos estratégicos que tumbó Vox hace un mes. La portavoz de Vox, Manuela Cañadas, ha desvelado este lunes que están negociando con los 'populares' en pos de un pacto que permita sacar adelante el texto. Para que los cinco diputados de Vox voten a favor, reclaman retirar todas las referencias a la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que incluye una serie de medidas sobre implantación de energías renovables en el territorio balear.
El PP ha confirmado que hay intercambios de propuestas entre el Govern y «grupos políticos» (en plural), pero ha preferido mantener la discreción de las negociaciones hasta tener atados los apoyos. Antes de que llegue al Parlament el texto, lo tendrá que aprobar el Consell de Govern. El portavoz 'popular', Sebastià Sagreras, ha recordado que una de las cuestiones que incluía el decreto era el traslado de residuos entre Ibiza y Mallorca, y que para ello había acuerdo entre los Consells Insulars (uno de ellos gobernado en coalición con Vox).
Cañadas se ha quejado de que el decreto original no fue consensuado con su grupo. Vox ha remitido su propio borrador al Govern. «Si el PP quiere aprobar este proyecto con Vox y quita lo relativo a la Agenda 2030, no tenemos problema en que lo vuelvan a presentar y aprobarlo», ha declarado la diputada.
Los artículos que pide retirar Vox incluyen la regulación de las llamadas Zonas de Aceleración de Renovables (Zarib), medidas para la producción de renovables en carreteras y la expropiación forzosa de terrenos para estaciones de recarga de vehículos eléctricos, así como un apartado que permitiría al Govern excepcionar discrecionalmente determinados proyectos de los requisitos para ser considerado estratégico. Al margen de esas objeciones, en el partido aclaran que no están en contra de otras medidas del decreto para facilitar inversiones importantes en la Comunidad.
El gesto de Vox de tumbar el decreto llegó después de la negativa de los 'populares' a su iniciativa para modificar la ley de educación para hacer vehicular el castellano en la enseñanza, al traspasar la propuesta «líneas rojas» del PP en cuanto a autonomía de centros, decreto de mínimos y ley de normalización. Aquella votación derivó semanas más tarde en duras acusaciones en el debate de política general que escenificaron la ruptura entre los dos partidos. El PP ha presentado este lunes su redacción alternativa para la ley educativa.
Qué cansina y lenta es la política. La democrática, quiero decir. Tanto postureo de cara a la galería, tanto si pero no. Tanto paralizar sabiendo que acabarán por entenderse, como si les costara un esfuerzo hercúleo ponerse de acuerdo. Todo para diferenciarse políticamente. Todo para diferenciar los votos. Todo para perder oportunidades por la Ley D'Hont. Es totalmente irracional. Y la dispersión electoral, también.