Baleares se convierte en el «laboratorio de la necrofrontera» del territorio español

Ca-minando Fronteras califica el territorio balear de «laboratorio de la necrofrontera», un espacio donde convergen la criminalización, la necropolítica y «la erosión progresiva del derecho internacional», sobre todo en la protección de los derechos humanos. En este sentido, señala que la lucha entre administraciones por las competencias y el discurso polarizado da lugar a generar una frontera basada en «la gestión del sufrimiento» y la «normalización de la muerte».

Eivissa y Formetera concentran las llegadas irregulares, mientras que Mallorca es el punto de redistribución a la Península. La organización opina que la gestión migratoria que muestra Baleares es un ejemplo de la adaptación política a las narrativas de «miedo, control, criminalización y desprotección» y revela una «falta estructural de coordinación y de medios».

Desde África oriental hay dos rutas principales, la que se dirige al norte, a través de Libia, para después cruzar a Argelia; y la que atraviesa países del África central y occidental, como Níger y Nigeria, y conduce también a Argelia. Esta segunda opción, también la utilizan personas que en su mayoría vienen de Mali y Guinea y que optan por las vías de Libia, Túnez y Argelia para intentar acceder a España. Las largas travesías las realizan cada vez más menores de Argelia, Mali, Guinea y Somalia.

En total, la ONG ha contabilizado 3.090 víctimas desaparecidas en 2025 que intentaban alcanzar el territorio español, de las cuales 192 eran mujeres y 437 eran menores. La ruta que concentra más víctimas sigue siendo la atlántica, con destino Canarias, con 1.906 víctimas. En cuanto a las pateras, en total han perecido en el mar 70 embarcaciones con personas a bordo. En relación a las nacionalidades, se han detectado personas procedentes de 30 países distintos, donde se incluyen Irak, Pakistán, Sudán, Bangladesh, Yemen y Siria.

La ruta argelina del Mediterráneo occidental, que incluye Baleares, ha dejado este año a 1.037 víctimas desaparecidas, y probablemente muertas, según el último informe de monitoreo de la vida de la ONG Ca-minando Fronteras. El documento publicado ayer confirma «la tendencia del desplazamiento hacia la parte más peligrosa de la ruta que tiene destino a las Baleares, sobre todo Eivissa y Formentera». Y es que, el itinerario hacia las Islas se consolida como el más mortífero, concentrando el 70 % de los siniestros marítimos relacionados con embarcaciones.

En total, la ONG ha contabilizado en esta zona del Mediterráneo 121 tragedias marítimas, de las cuales 47 son embarcaciones desaparecidas en su totalidad. Por meses, el grueso de las víctimas se concentran en enero, octubre y noviembre, con 136, 144 y 168 desaparecidos, respectivamente.
La actividad no ha cesado en todo el año, reafirmándose como el cruce migratorio más transitado hacia España. De hecho, el observatorio de la ONG ha llegado a reportar salidas de puntos de la región oriental de Argelia, que tradicionalmente se dirigían hacia el Mediterráneo central, que han cambiado de rumbo para dirigirse a las Pitiüsas.

La entidad denuncia que, especialmente en las Islas, sigue habiendo mucha opacidad en relación con las búsquedas de personas desaparecidas en el mar. Apunta a búsquedas pasivas y a la limitación de los operativos a las áreas cercanas al territorio, junto con una escasa cooperación entre los países que comparten la protección de las zonas SAR (área marítima donde el Estado asume la responsabilidad de coordinar operaciones de rescate).

En este sentido, critica «el alto número de cadáveres que han llegado durante 2025 a las costas de Baleares». Este trayecto presenta, además, una característica que no aparece en otras rutas de la Frontera Occidental Euroafricana, que es el alto número de personas procedentes del Cuerno de África, principalmente Somalia, pero también Sudán y Sudán del Sur. Así, Argelia se convierte en un país de tránsito para el resto del continente africano y no solo en un lugar de procedencia de los migrantes que llegan.