El menorquín Nil Riudavets Victory, que ha logrado la medalla de bronce de triatlón en la clase TS4 de discapacitados físicos de los Juegos Paralímpicos de París, declaró que después de un «duelo de tres años» por perder la movilidad del brazo derecho tras un accidente, el deporte le ha regalado una presea que nunca olvidará.
La vida de Nil Riudavets, de 28 años, cambió cuando perdió la movilidad del brazo derecho al sufrir un choque frontal con la bici a gran velocidad contra otro triatleta mientras participaba en una competición. Tenía 23 años y llevaba varios triatlones. Tras un tiempo alejado del mundo del deporte, en 2022 consiguió vencer sus miedos y se animó a participar en la Copa del Mundo de triatlón paralímpico de A Coruña, en la que logró el primer puesto y volvió a recuperar la ilusión por competir al máximo nivel.
«Me vienen muchos momentos muy complicados. Tuve el accidente hace cinco años durante un triatlón, por un choque frontal muy grave donde podría haber perdido perfectamente la vida y, por suerte, solo afectó a mi brazo derecho», recordó.
«Tuve que adaptarme a la situación y pasar un duelo de tres años olvidando todo lo que era deporte, sobre todo triatlón. Al cabo de tres años conseguí perdonarme e intentar ir a unos Juegos Paralímpicos. Al final, esto es deporte, intentar ser lo más competitivo posible y el deporte me ha regalado una medalla. Es increíble», comentó.
El menorquín ha conseguido esa medalla de bronce gracias a un tiempo de 1h01:10, a tres minutos del ganador, el francés Alexis Hanquinquant (58:01). Consiguió subir al podio tras protagonizar una buena remontada al concluir el segmento de la bicicleta en quinta posición.
«Sabía que mi punto fuerte es el tramo de carrera y que podía luchar por una medalla. Mentalmente, tenía que estar muy concentrado hacer mi carrera y ver hasta dónde podía llegar. He ido pasando a gente. Primero he pasado al británico, después al primer francés y después al último francés. Iba remontando poco a poco y nos lo hemos jugado en los últimos doscientos metros en un esprint agónico para conseguir este tercer puesto», explicó.
El triatleta español consideró «increíble» competir en un entorno parisino en el que pudieron estar su pareja, familiares y amigos, que le estuvieron animando durante la carrera.