A falta de que Raviv Limonad pase por su consulta, las revisiones físicas del resto de los jugadores del Menorca Bàsquet han causado una buena impresión a Nando Salom. "En líneas generales estoy contento. No tenemos ningún jugador con ningún gran problema que, inicialmente, lo pueda condicionar", valora. "Es un equipo muy joven, a excepción de Diego Sánchez, lo cual es una ventaja", especifica, y añade que "son jugadores que no están muy gastados, no han sufrido muchas lesiones ni están maltratados por el deporte profesional".
Un elemento que el galeno destaca a la hora de activar el programa de medicina preventiva es que "nadie arrastra ninguna lesión crónica, ni tiene secuelas, tan propias de un mundo que a veces se precipita en la recuperación de las lesiones". Por otra parte, señala que el Menorca no es un equipo con mucha talla y mucho peso. "Una de nuestras cualidades a explotar será la movilidad, por las características de los jugadores y, tal y como creo que el entrenador querrá jugar, creo que nos favorecerá".
El doctor destaca dos nombres por sus cualidades físicas. "A Donaldson ya lo sufrimos la temporada pasada. Es muy ágil, con mucha potencia de salto y con un gran espíritu competitivo". El otro jugador es Cuthbert Victor. "Son jugadores de raza negra en los que la potencia, agilidad y salto les vienen por sus condiciones genéticas. Victor, en algunas pruebas, ha tenido mejores resultados que el año pasado".
En estos primeros días de pretemporada sus objetivos son "valorar el estado de salud y la actitud deportiva de los nuevos jugadores y controlar los que ya estaban". El segundo objetivo es "hacer una serie de pruebas de la valoración funcional y cuáles son sus cualidades físicas primordiales y a qué nivel físico llegan a la pretemporada".
Con estos datos, el doctor Salom diseña un programa para cada jugador y elabora la estrategia que se seguirá desde el área médica para prevenir posibles lesiones y como complemento a los entrenamientos.