Remontada de época e histórica para la palista de Alaior, Gemma Triay, con el desafío de volver a reinar en el pádel mundial femenino y además, hacerlo por vez primera con las siglas del Premier Padel, tras haber sido número 1 del mundo la menorquina hasta en tres ediciones de World Padel Tour; en 2020 con Lucía Sainz y tanto en 2021 como en 2022, con Alejandra Salazar.
La alaiorenca ha protagonizado hasta este fin de semana en el Premier Padel de Asunción, en Paraguay, una remontada memorable en el ranking mundial de féminas. Tras sus fructíferas etapas junto a Marta Ortega y Claudia Fernández– con las que duró más bien poco y faltó algo de solidez– la unión de la alaiorenca con la palista argentina Delfi Brea, del todo consagrada en el circuito y muy fiable, ha sido determinante para que Triay regrese a lo más alto del planeta mundial: cuatro títulos en 2025 (Gijón, Cancún, Miami y Doha) e innumerables finales desde que ambas forman dupla, a las órdenes de Rodri Ovide.
El 2020 con Lucía Sainz
La veterana palista catalana Lucía Sainz y la menorquina, Gemma Triay, se convertían en noviembre del 2020 en las nuevas número 1 del mundo de pádel, en el extinto World Padel Tour. Era un póker para las Reinas de WPT, que en el Cupra Las Rozas Open lograban levantar su cuarto título del curso en el torneo en el que se convertían, además, en las número 1.
El 2022 con Ale Salazar
Después de dos años, un mes y una semana vuelve la menorquina a liderar el ranking mundial del pádel femenino, ahora en el Premier Padel. Desde el Granada Open de World Padel Tour en 2023 junto a Alejandra Salazar no estaba en el puesto más alto del pádel femenino la ex tenista de Alaior.
Salazar y Triay se plantaban en el último torneo del año del 2022, el Master Final de Barcelona, jugándose el número 1 del mundo. Y la dupla, de las mejores que ha dado este deporte en clave femenina esta última década, lograba obtener una doble alegría: se convertían en Maestras del Master Final 2022 y conseguían el número 1.
Se sale con la suya
La de Alaior y residente en Madrid, a pesar de que tras acceder a la gran final de Paraguay y saber que desde ayer mismo recuperaba el número 1 más de 700 días después, se emplazó públicamente a serlo a finales de año, consigue lo que algunos comenzaban a ver sumamente complicado. Y es que Triay, que siempre se ha mantenido al margen y fuerte con lo que hacía, ha sido objeto de críticas por sus decisiones arriesgadas– con algunos cambios de pareja comprometidos– hasta lograr la gesta de este fin de semana en Asunción de romper la hegemonía de Ari Sánchez y Paula Josemaría, dos años después.