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Cuatro años, nueve ‘gloses' y un cuaderno

Como cada Sant Jordí, el sábado se presentó un nuevo número de los «Quaderns de Folklore»: «Gloses del Dia», con las obras ganadoras y finalistas del Premi Josep Vivó desde 2019 a 2022

Josep Portella (izquierda), junto al fotógrafo Javier Coll y el dramaturgo Jordi Odrí. | Gemma Andreu

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Fiel a su cita con Sant Jordi, los «Quaderns de Folklore» presentaron el sábado una nueva publicación. La número 135 desde que el proyecto del Col·lectiu Folklòric Ciutadella iniciara su aventura editorial allá por 1980 con una entrega acerca de la conferencia ofrecida por Francesc de Borja Moll sobre el concepto de cultura popular.

Aquel mismo año, la asociación cultural convocaba también la primera edición del Premi Josep Vivó de glosa escrita con el objetivo de dar un impulso a ese género. Tras cinco ediciones, el certamen quedó en el aire hasta que en 2001 el Consell lo retomó con la idea de estimular la creación literaria. El espíritu del galardón sigue vivo, y en gran parte es gracias a los «Quaderns de Folklore», que tanto en la primera etapa como en la segunda del certamen han dedicado números especiales a publicar las obras más laureadas.

Y esa es la temática del cuaderno que se presentó en Maó y que se puede encontrar en las librerías. Bajo el título de «Gloses del Dia», recopila las obras ganadoras del concurso Josep Vivo de los últimos cuatro años. Un documento en el que aparecen hasta nueve composiciones que están firmadas por Josep Abelairas Gener (ganador 2019), Marc Barceló Febrer, Moisés Coll Marqués (ganador 2021), Miquel Àngel Adrover i Perelló (ganador 2020), Sílvia Pons Seguí, Borja Moll Joan (Ganador 2022 y Bep Joan Casasnovas Mascaró.

Explica el promotor de la iniciativa editorial, Josep Portella, que si bien la glosa improvisada vive un momento de auge, en el caso de la escrita no lo es tanto. De ahí la importancia de que se mantengan certámenes como el Josep Vivó para seguir insuflando un poco de vida a un género tan propio de la cultura popular.

Explica el historiador que antaño la glosa escrita funcionaba como un medio de comunicación «con el que se hacía una crónica de las cosas significativas que pasaban en un año». Los tiempos han cambiado mucho en las últimas décadas, pero pese a la revolución informativa el espíritu de la glosa escrita perdura. Prueba de ello, señala Portella, es que algunas de las obras ganadoras de las últimas ediciones han tratado temas como la pandemia, la saturación turística o el referédum independentista de Catalunya.

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