Viajar en una avión con un instrumento musical se ha convertido en un gasto extra para el bolsillo. De hecho, es habitual pagar más por el instrumento que por el billete del propio pasajero. Y es que desde que se implantaron las compañías 'low cost' hace unos cinco años, instrumentos como las guitarras, violonchelos y otros de similares dimensiones no facturados, pagan como si se tratara de un pasajero más. Es decir sus propietarios están obligados a abonar el denominado 'extraseat' (un asiento extra) para el instrumento con el que viajan en cabina y sin beneficiarse del descuento de residente.
El malestar entre el colectivo de músicos en la Isla es cada vez mayor, porque las compañías se desentienden de este problema. Todo ello teniendo en cuenta además que la Isla es uno de los lugares de España donde más músicos hay en relación a su población. "Algunos instrumentos tienen un gran valor económico. Un violín puede superar los 20.000 euros y facturarlos implica que viajarán en la bodega del avión expuestos a golpes, roturas y otros percances. Muchos músicos no se arriesgan y pagan un billete más con lo que el gasto es considerable", comenta el violinista y presidente de Juventuts Musicals de Maó (JJMM), Félix Ferrer.
El músico explica que antes de que existieran las 'low cost', no se cobraba el 'extraset' por cada instrumento. Hasta los violonchelos podían viajar junto a su propietario. "En el caso de que te encontrabas algún empleado en tierra tiquismiquis, generalmente las azafatas de vuelo no ponían inconvenientes en pasar a cabina los instrumentos. Sin embargo, cuando aparecieron las compañías de bajo coste el panorama cambió, y paulatinamente comenzó a cobrarse por violonchelos e instrumentos con dimensiones similares".
Sin descuento
Ferrer explica que actualmente todas las compañías cobran 'extraseat' por estos instrumentos. "De entrada no se benefician del descuento de residente, así que yo pago un billete que me cuesta cien euros con el descuento, mientras que el 'extraseat' me cuesta 200 euros", denuncia.
No obstante, el músico reconoce que hay matices según la compañía. Explica que en los vuelos regulares, aerolíneas como Iberia o Air France, se paga el billete 'extraseat' exento de tasas. En Air Berlín se abona el asiento extra más las tasas por carburante. Lufthansa desde el 1 de enero de este año obliga al músico que viaja con un instrumento a ajustarse a unas estrictas condiciones. Así, en clase turista disponen de diez precios diferentes, pero según Ferrer, no le permiten adquirir las primeras cuatro ofertas más económicas y, por tanto, debe comprar desde la quinta más barata en adelante.
En el caso de los vuelos de bajo coste como Ryanair, Ferrer señala que quien vuele con un instrumento está obligado a comprar otro billete más como si se tratara de un pasajero. Desde hace un año, las 'low cost' cobran incluso un 'extraset' por llevar un violín y lo mismo sucede con alguna aerolínea en vuelos regulares como Vueling.
El presidente de Juventuts Musicals de Maó incide en que el violín cabe perfectamente en los compartimentos para equipaje de mano de un avión, y a pesar de que supera en longitud las medidas máximas para este tipo de equipajes, el volumen que ocupa es inferior. Fèlix Ferrer comenta que sólo hay una compañía que tiene una política diferente en este campo y es Easy Jet. En su página web la aerolínea se declara music-friendly y, por tanto, no cobra 'extraseat' a los violines, si bien Ferrer no sabe que sucede en el caso de los violonchelos. "Algunas orquestas disponen de cajas reforzadas especiales a pruebas de golpes para poder facturar los instrumentos como los contrabajos, pero un músico individual no suele disponer de este tipo de cajas", advierte.