Las consellerias de Salud y Pesca del Govern balear no han detectado niveles de contaminación alguna por mercurio, no solo entre el pescado, sino tampoco entre las especies de moluscos del puerto de Maó cuyo control les compete.
Fuentes de la Dirección General de Pesca informaron ayer de que todas las analíticas realizadas a mejillones y almejas han dado resultado negativo. De hecho, aseguran, desde que en 1991 se empezaron a realizar este tipo de controles, ninguno ha detectado la presencia de niveles de mercurio superiores a lo permitido.
Ni siquiera el hecho de que la legislación sea cada vez más restrictiva y exigente en el cumplimiento de la normativa sanitaria ha permitido probar atisbo alguno de contaminación por mercurio.
También los análisis que sigue llevando a cabo la Conselleria de Salud «se encuentran dentro de la normalidad». En ninguno se ha apreciado la existencia de contaminación por mercurio, como sí la ha hallado Oceana en diversas muestras de rape y cabracho procedentes de los caladeros de Maó que han sido analizadas por la Universidad de Barcelona.
Es más, Oceana advierte que, si las autoridades sanitarias no actúan con presteza, la situación puede verse agravada cuando se acometa el previsto dragado de la rada mahonesa.
En este sentido, el Instituto Español de Oceanografía confirmó ayer que está a punto de firmar un convenio con Autoridad Portuaria que le comprometerá a realizar un seguimiento exhaustivo de las labores de dragado.