Del mal, el menos. Los mayores temores de los catorce alumnos procedentes del Colegio Concertado La Salle Maó afectados por la anulación en pleno verano del concierto de Bachillerato con el centro se han disipado. Desde el viernes van a clase en los institutos públicos de Maó que en sus preinscripciones habían determinado como preferidos en el caso de que, como ha sucedido, el proyecto de La Salle no tirara hacia adelante.
De los catorce jóvenes afectados, la inmensa mayoría, doce en concreto, son ya a todos los efectos alumnos de Bachillerato en el IES Joan Ramis i Ramis, un centro ubicado a pocos metros del CC La Salle. Uno se ha matriculado en el IES Pasqual Calbó i Caldés, y otro en el IES Cap de Llevant. Uno de estos estudiantes afirmaba este lunes que están satisfechos por cómo la Conselleria de Educación ha resuelto finalmente su situación, puesto que temían que al entrar en el proceso de adjudicación de plazas de septiembre, junto a aquellos alumnos que no aprobaron sus asignaturas en junio, acabaran ocupando un pupitre de un instituto que no figuraba entre sus preferencias, algo que consideraban discriminatorio.
El delegado de Educación en Menorca, Joan Marquès, asegura que la asignación de plazas a estos alumnos se ha podido realizar sin incrementar el número de grupos de Bachillerato atribuidos a los institutos de Maó. Y esto ha sido posible gracias las vacantes que se van generando en verano, algo que sucede cada curso, por cuestiones como las dobles preinscripciones (en FP) o las renuncias de alumnos que tenían plaza reservada. Es más, Marquès explica que aún quedan plazas libres de Bachillerato de los institutos de Maó, «las ratios no están al límite».