Las gasolineras menorquinas empezaron este viernes a primera hora a aplicar el esperado descuento de 20 céntimos por litro de carburante, la rebaja aprobada por el Consejo de Ministros como parte de su plan de choque contra los efectos energéticos de la guerra de Ucrania. Lo hicieron negando rotundamente las sospechas que se han cernido en los últimos días sobre el sector, al que se acusaba de aprovechar el nuevo descuento para subir precios: «Tenemos los mismos precios e incluso esta semana se ha vivido una bajada», explican desde la Asociación de Gasolineras de Menorca.
No solo rechazan que se haya producido un incremento de los precios que de alguna manera diluya el efecto del descuento, sino que alzan la voz para denunciar la situación en la que les deja el sistema aplicado para el descuento. «Ahora mismo, hasta que no nos den los anticipos prometidos, estamos vendiendo a pérdidas», explicaba el nuevo presidente de la asociación, Carlos Tudurí, de la estación de servicio BP en Sant Lluís: «Cada día con la aplicación del descuento tenemos que poner de nuestro bolsillo entre 1.000 y 2.000 euros dependiendo del volumen de ventas».
Las gasolineras han tenido dos días para introducir o modificar sistemas informáticos para recoger el nuevo descuento, aunque tienen 15 días para poder ajustar los programas. Esta celeridad ha provocado no pocos dolores de cabeza en el sector. El empresario Salvador Botella explicaba que las estaciones de Cepsa ya tenían el sistema funcionando desde las siete de la mañana y subrayaba las dudas que genera la aplicación del IVA. En ese sentido Tudurí explicaba que están consultando si el descuento está exento de IVA o no, aunque afirma que el descuento es igualmente de 20 céntimos para el cliente.
Las estación de servicio de Repsol en la entrada de Maó se vio afectada ayer durante buena parte de la mañana por la caída a nivel nacional del sistema informático, que obligó a cancelar el servicio y que solo se recuperó poco a poco con problemas de pago para los particulares, justo en el día en que se preveía –y se produjo– un importante auge del consumo.
El Ministerio de Hacienda ha puesto a disposición de las gasolineras el formulario para poder recibir los anticipos prometidos por el Gobierno. «Tenemos la palabra de que en una semana podríamos cobrarlos, pero si no tendríamos que adelantar tres meses –lo que dura la medida–, lo que supondría entre 300.000 y 400.000 euros», explicaba Botella. Ambos celebraron no obstante que el consumidor «se va contento» con los 20 céntimos de descuento (algunas empresas aplican todavía más), aunque nos han dejado con un mar de dudas».