La Conselleria de Salud del Govern puso freno a finales de agosto a las recetas que extendía la doctora Nadiya Popel a algunos de sus pacientes, argumentando que estaba suspendida por el Colegio de Médicos de Balears, y por tanto permanecía inhabilitada también para la prescripción de medicamentos.
Sin embargo, la doctora ucraniano-española vio suspendida su inhabilitación, tanto de la Conselleria como del órgano colegial, por manifestarse contra las vacunas de la covid-19, a finales del pasado mes de julio, según determinó un juzgado contencioso administrativo de Palma. Desde entonces es una profesional activa que presta servicio en la unidad de calidad del Hospital Mateu Orfila, de forma telemática, mientras Salud resuelve si acepta o no que pueda regresar a su puesto de trabajo en el servicio de Urgencias del mismo centro atendiendo a su petición de no usar mascarilla. Al no estar inhabilitada puede ejercer su profesión y extender recetas. La Conselleria se vio obligada a rectificar la tarde de este miércoles informando de la situación a las farmacias de las islas para que levantaran el freno a sus prescripciones.
La intervención del Govern, a través de la Dirección General de Prestaciones y Farmacia para que no dispensaran las recetas de la médica, surgió a raíz de las prescripciones que hacía a sus pacientes, especialmente, de la Ivermectina contra la covid-19, un compuesto medicinal utilizado para tratar parásitos, como los parásitos intestinales en animales y la sarna en humanos. Es un fármaco de bajo precio y su uso está extendido en partes del mundo donde las infestaciones parasitarias son frecuentes.
Existen datos confusos que emanan de la propia Organización Mundial de la Salud en torno a esta «fórmula magistral». Es un medicamento en la lista de los esenciales de la OMS contra enfermedades parasitarias. El mismo organismo lo desaconsejaba hace un año contra la covid pero indicaba que sí era apto para los ensayos clínicos contra la enfermedad. Popel asegura que se usa con normalidad en otros países.