La penetración de la energía renovable, con las instalaciones de autoconsumo al margen, según los datos del tercer trimestre de este año, sigue estancada en la Isla con una potencia de unos 8 megawatios (MW). Por primera vez, Eivissa ha igualado a Menorca en potencia de energía renovable, gracias a la inauguración en el último mes de dos parques solares con una capacidad de producción de hasta 6 MW.
El estancamiento de Menorca se debe a que, pese a los diversos proyectos en tramitación y en construcción, ninguno de ellos se ha concluido. Y de momento en Menorca solo hay tres grandes instalaciones que generan energía limpia, que son el parque eólico de Milà (con una potencia de 3,2 MW) inaugurado en 2004, y los parques solares de Son Salomó (4 MW) y el de Binissafúller (1,1 MW) que entraron en funcionamiento en 2008. No obstante, ello va a cambiar en los próximos meses porque hay hasta cuatro parques solares en construcción, que proporcionarán un total 73 MW, con la que la potencia de energía renovable a mediados de 2023 será de 81 MW, diez veces más que la actual.
Esta semana han empezado las obras del nuevo parque solar de Son Salomó II en Ciutadella (50 MW) y también están en construcción el de Royal Son Bou (1,2 MW), el de Rafal Vell (2 MW), que promueve Tornaltí Solar SL en Ciutadella y el de Agrisolar de Es Mercadal (20 MW).
Además de estos cuatro proyectos en marcha, hay otros siete en diferentes fases de tramitación, que de culminarse todos ellos se lograría una potencia de energía renovable en Menorca de 167 MW, es decir 21 veces más que ahora. A los que en un futuro se podría añadir la repotenciación del parque eólico de Milà a 10,5 MW.
Entre estos proyectos pendientes destacan los dos proyectos del fondo inversión de Qualitas. Uno en Es Mercadal (30 MW) que el pasado jueves obtuvo el visto bueno de Medio Ambiente y podría empezar obras este mismo año y el parque fotovoltaico Menorca Renovable II que prevé construir en Maó y que se convertirá en la instalación de energía solar más grande de Balears, con una potencia de 60 MW y una inversión de 58 millones. Este último parque, el pasado lunes, el Consell de Govern lo declaró proyecto estratégico para poder acelerar su tramitación, aunque ello no le exime de que deba contar con el visto bueno de la Comisión Balear de Medio Ambiente. El tiempo apremia para este proyecto, ya que sí no quiere perder los derechos concedidos por el Ministerio para poder volcar la electricidad en la red antes del próximo 24 de enero debe tener la declaración de impacto ambiental favorable.