El Consell de Menorca ha incrementado la plantilla de inspectores del Servicio de Ordenación Turística. Hasta hace poco eran cuatro los inspectores turísticos del Consell, el año pasado se creó una quinta plaza y desde febrero se han incorporado otros dos, cuando se había anunciado que lo harían el pasado verano.
Sea como sea, a día de hoy, Menorca cuenta con siete inspectores turísticos para, entre otras labores, identificar la oferta ilegal de alojamiento. En este sentido, el Consell estimó que el pasado verano podría haber en la Isla hasta 6.300 viviendas de alquiler turístico que se ofertan sin autorización en páginas web. El año pasado, el Servicio de Ordenación Turística realizó 200 inspecciones a viviendas, lo que se saldó con 57 expedientes sancionadores por valor de 1,9 millones de euros, más del doble que el año anterior. Las multas por el alquiler turístico sin licencia pueden ascender hasta los 400.000 euros.
El GOB, en un comunicado, valora de forma positiva el aumento de la plantilla de los inspectores turísticos. El grupo ecologista destaca que la importancia de combatir el alquiler turístico ilegal, no solo para evitar la masificación turística sino también por los problemas que este genera en el mercado inmobiliario de Menorca, con la falta de vivienda y el aumento de los precios. En este sentido, el GOB apunta que el pasado agosto hubo unas 35.000 personas que «no se sabe donde dormían, una vez descontada la población empadronada, las plazas turísticas reconocidas y un margen de gente que se aloja en casas de familiares y amigos».
La agrupación ecologista recuerda que a las entre 6.000 y 7.000 viviendas de alquiler turístico no declarado, se les deben sumar las 28.000 plazas legales, lo que puede suponer, según sus cálculos, unas 5.600 casas más. Unas cifras «espectaculares» que identifica como «uno de los principales orígenes de la falta de vivienda disponible para la población residente o para los que vienen a trabajar de temporada», de allí que pida que «se incremente el control».