Red Eléctrica ha iniciado este lunes los estudios de detalle ambientales, geofísicos y geotécnicos para el segundo cable eléctrico submarino que debe unir las islas de Mallorca y Menorca. Según ha informado la empresa de control público, los trabajos los llevará a cabo el buque «Artabro», de bandera española, en todo el ámbito marino 'nearshore' y 'offshore' entre la zona norte de la isla de Mallorca y el oeste de Menorca. Se prevé que estas tareas se prolonguen hasta el mes de mayo.
Los estudios que se van a realizar incluyen la caracterización detallada del lecho marino, análisis de corrientes y dinámicas hidrosedimentarias, condicionantes y riesgos para la protección del futuro enlace (profundidad, tipo de protección óptima, etc.).
Con carácter previo al inicio de la temporada estival del año 2022, se completaron ya en ambos lados las campañas ambientales marinas preliminares que han permitido una primera caracterización ambiental y que sirven de base para los estudios de detalle que se desarrollarán ahora.
El resultado de todos estos estudios permitirá diseñar las alternativas de menor impacto ambiental en el medio marino del futuro refuerzo, además de garantizar una adecuada instalación, protección e integridad de la infraestructura.
Obliga a construir otra subestación
El Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Electricidad pospone la instalación del segundo cable eléctrico más allá del año 2026, no obstante la empresa pública lleva a cabo actualmente los trabajos previos para la obra.
El cable no discurrirá por el mismo trayecto que el actual, entre la subestación de Ciutadella y la de Sa Mesquida (Mallorca), sino que saldrá del norte de Ciutadella, obligando a la construcción de una subestación y llegará a otra planta de nueva construcción en la zona de Alcúdia.
El Ministerio para la Transición Ecológica tiene pendiente de concretar las infraestructuras a realizar entre 2024 y 2029, plazo en el que podría entrar la nueva conexión con Menorca.