Galp tiene la orden de cerrar a partir de este martes su gasolinera situada a la entrada de la urbanización de Son Vilar, en Es Castell, después de casi siete años en funcionamiento. La estación de servicio, que por el momento sigue abierta, debe dejar de funcionar en cumplimiento de la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Palma que estableció que la licencia concedida por el Ayuntamiento era improcedente.
El decreto de alcaldía que ordena el cierre a la empresa se firmó el pasado día 22, según confirmó ayer el actual alcalde Lluís, Camps. La diligencia del juzgado entró en el Ayuntamiento de Es Castell el pasado 21 de abril y a partir de esa fecha empezó a correr el plazo de dos meses que tenía el Consistorio para abrir el expediente administrativo y hacer cumplir la sentencia, lo que ha sucedido apurando el límite oficial y solo cinco días después de constituirse el nuevo gobierno municipal.
Ahora la empresa deberá desmantelar las instalaciones construidas en la carretera que une Maó y Es Castell, aunque por el momento este martes el establecimiento seguía abierto. El litigio que ha derivado en esta sentencia firme surgió del recurso interpuesto por otra empresa del sector de los carburantes, Estación de Servicio Roselló, contra la licencia.