Las previsiones se han cumplido y no se han quedado cortas. Menorca ha vivido este martes, y de momento, el día más caluroso de lo que llevamos de 2023. La Agencia Estatal de Meterología (AEMET) ya había advertido que se podrían alcanzar los 41 grados en puntos de la zona norte de Menorca. Pues bien, ha sido precisamente en el norte donde se han observado los registros mayores: con 43,7 grados en Cala Tirant, 41,5 en Port d'Addaia o 41,1 en Arenal d'En Castell, según los datos de las estaciones de la red Wunderground recopilados por Balearics Meteo.
Otros valores máximos de este martes han sido los 39,4 en Lloc de Menorca, 38,8 en Coves Noves o 37,9 de Ferreries. Por su parte, la AEMET ha anotado el valor máximo en Es Mercadal, con 38,5 grados; seguido de Ciutadella, con 37,3 o 36,4 en el aeropuerto. De hecho, en esta estación, ya a las 11 de la mañana se marcaban 31,6 grados, ya un valor cercano a la máxima del día anterior, que fue de 31,9. Sin embargo, no es la máxima histórica, a pesar de que es la que tiene un mayor archivo de todas las existentes en Menorca: el valor máximo en un mes de julio se registró hace 40 años, en 1983, con 39,6 grados.
Pero no solo las altas temperaturas han sido la nota dominante de la jornada, sino el ambiente sofocante en el exterior. Varios han sido los elementos que han contribuido a ello: en primer lugar, el viento, flojo, pero que procedía del sur, empujaba aún más el aire caliente de esta burbuja procedente del norte de África ha abrazado el Mediterráneo occidental en los últimos días. Por este motivo, también las temperaturas más altas del martes se han registrado en la zona norte, donde este aire del norte estaba más recalentado. Otro factor ha sido el polvo en suspensión que también ha estado presente en los últimos días, lo que ha aumentado aún más el bochorno. Con ello, la temperatura de sensación ha sido elevadísima, llegando a los 43 grados en el aeropuerto a las 12 horas: con 33,7 grados de temperatura real pero con un 51% de humedad.
En el mar, por otra parte, la temperatura también era alta, con una media de 27 grados en el litoral. Además, todas estas altas temperaturas han provocado la aparición de bancos de niebla a primera hora de la mañana, como por ejemplo en el puerto de Maó, a raíz del contraste entre la temperatura aún más fresca con la del mar.
Viento del norte, otra vez
Por suerte, este nuevo episodio de calor extremo ya ha terminado. Será gracias a la acción del viento del norte, que si bien soplará entre flojo y moderado, ayudará a que el mercurio no se eleve tanto a partir del miércoles. Seguirá haciendo calor, como corresponde por la época, pero la máxima se espera que llegue a los 34 grados. A pesar de ello, el polvo en suspensión seguirá dominante en el ambiente. El jueves volverán a repuntar un poco, ya que el viento seguirá del norte hasta a mediodía, para girar al sur por la tarde.
Con todo, la previsión a medio plazo pinta que viene otra punta de calor máxima de cara a la entrada de la próxima semana. No parece que sea con valores extremos como esta última, pero sí altos.