No había ocurrido nunca. El Colegio de Médicos de Balears no había echado a nadie de la institución hasta ahora, que ha acordado la expulsión provisional de la doctora Nadiya Popel «por infringir de manera reiterada el Código de Deontología Médica». La facultativa lleva desde que estalló la pandemia de la covid en el punto de mira por posicionarse contra las vacunas, publicitar tratamientos alternativos y recomendar productos sin aval científico; lo que ha llevado al Colegio a adoptar esta decisión que trae consigo «la prohibición absoluta del ejercicio de la Medicina y la pérdida de los derechos inherentes a la colegiación».
La expulsión provisional de la doctora Nadiya Popel, explican desde la institución, puede desembocar en definitiva una vez se hayan atendido las alegaciones de la citada colegiada (si las presentara) y las conclusiones de la Junta de Gobierno. Es la primera vez que el Colegio de Médicos de Balears se enfrenta a algo así, remarcan. Es, según fuentes vinculadas, un «caso excepcional» en el que la doctora Popel se ha convertido en la primera facultativa expulsada de la asociación profesional a nivel autonómico.
En España, recuerda el Colegio de Médicos de Balears, es obligatorio estar colegiado para poder ejercer la profesión, por lo que la expulsión de la doctora Nadiya Popel conllevaría la pérdida de empleo de la facultativa en el Servicio de Urgencias del Hospital Mateu Orfila tras más de 18 años. Aun así, el futuro profesional de la doctora Popel en el Hospital depende del IB-Salut, que todavía no ha aclarado qué actuaciones seguirá. De momento, los servicios jurídicos estudian el caso para aplicar las medidas oportunas.
En cualquier caso, la doctora Nadiya Popel no podrá volver a entrar al Colegio de Médicos de Balears una vez expulsada, subraya la propia institución. Según emitió el dictamen de la Comisión de Ética y Deontología, la facultativa «pone en riesgo la seguridad de los pacientes» y su «reiterado comportamiento no es acorde a los valores éticos y deontológicos de la profesión médica».
Si bien en su tiempo libre cada cual es libre de hacer o creer en lo que quiera, lo cierto es que esta persona utilizaba su credencial como doctora para adoctrinar en eventos, charlas o seminarios tanto en la isla como fuera, así que era necesario tomar esta medida