Después del rechazo del pleno municipal de Maó a la propuesta del equipo de gobierno del PSOE para la nueva tasa de residuos, este lunes se repitieron las reuniones entre los distintos grupos del Consistorio para desencallar la situación.
El alcalde Héctor Pons se mostraba convencido de que será posible llegar a «un buen acuerdo, que mejorará la ordenanza substancialmente». Pons también señaló que se trabaja en un buen clima, con el objetivo de poder llevar un acuerdo al pleno municipal este mismo jueves.
Cabe recordar que la nueva tasa debe entrar en vigor el próximo 1 de enero, y que una vez sea aprobada deberá permanecer en exposición pública durante treinta días y después resolverse las alegaciones.