Victoria y su hijo Roman viven en una casa de Es Castell junto a Oksana y su hijo Ivan. Originarios de Nikolaev, ciudad situada en el sur de Ucrania, reconocen que «estamos muy tristes de que los rusos estén destruyendo nuestra ciudad y el país entero».
Aseguran que «nuestro día comienza con noticias de Ucrania» y, tras dos años de guerra, «esperamos que haya pronto un buen final, sin más conflictos y muertes».