El actual gobierno del Consell trabaja en una reorganización del servicio que comportará la transformación de la Casa de la Infancia en un centro integral de protección de menores, «lo más parecido a un hogar», según la consellera Carmen Reynés.
El punto de partida es la situación que se han encontrado en la Casa de la Infancia, desbordada por el mayor número de residentes que haya alojado nunca, 26, y la necesidad de separar a los menores, según su situación, edad y tipología, para que reciban así una atención más individualizada y ajustada a sus necesidades.
El objetivo es alejar a los perfiles más conflictivos de cualquier contacto con el entorno de drogas o prostitución y distanciarlos también de otros jóvenes tutelados que sufren algún tipo de discapacidad o trastorno.
El Ayuntamiento de Maó le ha cedido una casa céntrica con patio para que pueda albergar a uno de estos perfiles de usuarios. De hecho, el Consell quiere sacar de la Casa de la Infancia a los más pequeños de edad para que puedan convivir en otro espacio diferente de los mayores.
Según han explicado fuentes del servicio, la situación ha cambiado en pocos años. Cada vez se requiere la tutela de más menores aún no adolescentes y cabe atenderles de forma diferenciada.
Precisamente este mediodía el Consell dará a conocer las medidas que piensa adoptar para mejorar la gestión del servicio.