Familias con niños, personas mayores y otras con movilidad reducida son las que mayoritariamente habitan las viviendas que conforman los dos bloques de pisos que se ha adjudicado la Sareb en las calles Maria Lluïsa Serra y Pintor Calbó de Maó.
El perfil de las personas que residen en los 53 pisos es a lo que principalmente se acogen los inquilinos para calmar las aguas. Consideran que, ante un posible desahucio, los Servicios Sociales tendrán en cuenta su vulnerabilidad social.
El caso ya lo han trasladado al Consell insular y al Ayuntamiento de Maó. De hecho, tanto representantes de la comunidad de vecinos como del Consistorio mantuvieron este jueves una reunión para tratar el asunto y ver posibles vías de actuación.
El alcalde de Maó, Héctor Pons, confirmó a este diario que desde hace semanas mantiene contacto directo con los inquilinos afectados y con la gerencia de la Sareb «para proporcionar apoyo, orientación y asesoramiento» a los perjudicados y «para que nadie tenga que salir de sus casas».