La casa cedida por el Ayuntamiento de Maó al Consell de Menorca en el centro de la ciudad, que la institución insular destinará a la residencia de los niños y niñas tutelados de 5 a 11 años, no tiene fecha para su entrada en funcionamiento pese a que el equipo de gobierno había anunciado hace seis meses que el traslado de los más pequeños sería inminente.
La realidad ha echado por tierra los planes expuestos entonces por la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, quien lamenta que aún no se pueda disponer de este nuevo recurso necesario. Justifica haber dicho que aquel traslado sería cuestión de días porque la vivienda ya había sido destinada con anterioridad a personas desplazadas a la Isla con menores a su cargo, procedentes de Ucrania, gracias a un convenio de colaboración entre Ayuntamiento, Consell y Creu Roja.
«Pensábamos, como es lógico, que disponía de todas las autorizaciones y licencias necesarias para su puesta en marcha, que además serían las mismas que necesitamos para el servicio de acogida residencial de menores», explica Reynés. Sin embargo, añade que «nuestra sorpresa ha sido que no era así y que el anterior servicio no estaba autorizado, como otros que nos hemos encontrado».
La habilitación de esta casa del centro de Maó está estancada, ni siquiera se conoce cuando podrán comenzar las obras de reforma, y por tanto no se puede prever cuando podrá disponerse de ella. La consellera de Bienestar Social argumenta este retraso en su apertura asegurando que el gobierno insular «quiere hacer las cosas bien y ajustarse a la normativa», subraya. Entre otras cuestiones debe decidirse si es necesario que disponga de un ascensor, y diferentes medidas que afectan a la seguridad de la casa para que el Consell obtenga la licencia y pueda iniciar las obras.
Bienestar Social tomó la decisión de separar a los tutelados de menor edad de los adolescentes que compartían la Casa de la Infancia por el incremento que experimentó la pasada primavera este centro de menores, cuando llegaron prácticamente a la treintena. Entonces vio en la casa cedida por el Ayuntamiento la solución ideal para trasladarlos.
Mientras debían realizarse lo que se anunciaron como pequeñas reformas en la vivienda y adquisición de nuevo mobiliario, los diez niños y niñas fueron alojados en un piso cedido por el Fons de Cooperació durante el mes de abril para evitar una coexistencia no recomendable en la Casa de la Infancia entre niños y adolescentes. En esta piso del Fons permanecieron los menores hasta el pasado mes de julio.
El apunte
Los siete niños de 5 a 11 años, en un piso cedido del Ibavi de forma provisional
Los siete niños de entre 5 y 11 años residen ahora en un piso cedido por el Ibavi al Consell. Los 10 que había entonces fueron trasladados el pasado julio, cuando abandonaron el piso del Fons Menorquí de Cooperació, aunque la consellera no ha querido confirmar ni desmentir que su nueva ubicación provisional haya sido cedida por el Ibavi. Ese cambio se hizo siguiendo con el propósito de separar a los menores tutelados por perfiles y edades para acometer un plan especializado según las necesidades de cada uno, igual que se hizo cuando se les trasladó de la Casa de la Infancia al piso del Fons. Bienestar Social entendió que este nuevo cambio era necesario porque esta vivienda es más adecuada y de mayores dimensiones para su acomodo.