La identificación en Es Castell de las deposiciones de mascotas dejadas de forma incívica en la vía pública mediante una prueba de ADN no será posible. De este modo se ve frustrada la iniciativa que impulsó en 2022 la entonces concejal de Medio Ambiente, Marisa Álvarez, del anterior equipo de gobierno del Consistorio, con la intención de disuadir estos comportamientos que tanto afean el municipio.
En el último pleno del Ayuntamiento de Es Castell, y a preguntas del concejal de Som Es Castell Simó Ferrando, el alcalde Lluís Camps aseguró que tenía voluntad de llevar adelante este proyecto, incluso lo había trasladado a la Junta de Alcaldes para que pudiera extenderse al conjunto de la Isla.
No obstante, prosiguió Lluís Camps, se elevó una consulta al Colegio Oficial de Veterinarios de Balears sobre esta cuestión. Desde esta entidad se informó que no se recomendaba la utilización del ADN para la identificación de los perros autores de la deposición no recogida, puesto que existe suficiente información al respecto para concluir que estas pruebas no son fiables. «En muchos casos es imposible por la existencia de contaminación en las muestras», concluyó.
El empleo del sistema de ADN implicaba que, previamente, todos los perros del municipio formaran parte de un registro con el que poder cotejar las muestras obtenidas en la calle. Además, los perros debían estar correctamente identificados, para poder facilitar la localización de sus propietarios.
Los dueños que no recogen las cacas unos guarros, el ADN de cacas, no con nuestros impuestos.